26 abril, 2025

Los efectos de comer avena todos los días y su posible riesgo para los riñones


La avena está de moda y su consumo no para de aumentar sobre todo entre las mujeres. Ellas son las que más avena consumen. Según datos del estudio Anibes de la Fundación Española de Nutrición, de 2016, el 4% de las mujeres ya consumía a diario este cereal con una media de 14,3 gramos diarios, mientras que solo el 2,9% de los hombros lo hacía. En los últimos años, la buena fama de la avena y sus propiedades para la salud, han hecho que aumente el consumo sobre todo para el desayuno. 
Y es que, como explica a CuídatePlus Teresa Partearroyo, profesora de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo, la avena “contiene una importante fuente de hidratos de carbono, fibra dietética soluble (betaglucano), proteínas, lípidos, diferentes compuestos fenólicos, vitaminas y minerales y se ha determinado que el consumo de avena es beneficioso para la salud humana al favorecer la inmunomodulación y mejorar la microbiota intestinal”. 
Según informa, “el betaglucano es un componente importante de la fibra dietética que se encuentra en los granos de avena. De hecho, diferentes estudios han demostrado el potencial que tiene el betaglucano para reducir los niveles de glucosa posprandial”. Por otra parte, “los estudios científicos han demostrado que el esta fibra de la avena o de los productos a base de avena en una dieta variada y sana pueden disminuir significativamente el perfil de lípidos en sangre y la presión arterial al regular el metabolismo de la insulina en sujetos con hipercolesterolemia leve”, por tanto, sería beneficiosa para las personas que tiene problemas con la tensión arterial. Así mismo, añade la experta, “se ha atribuido al betaglucano de la avena la capacidad de ralentizar la absorción de macronutrientes en el tracto digestivo, lo que disminuye la glucemia posprandial y la respuesta insulínica, reduciendo así la presión arterial”.

Pérdida de peso

En cuanto a la pérdida de peso, tal y como informa la experta del CEU, “algunos estudios han demostrado que la ingesta de fibra dietética, que incluye la avena y cereales integrales pueden mediar en la pérdida de peso corporal”. ¿Por qué? Esto es así porque “el betaglucano da una percepción de saciedad, lo que reduce el hambre”. Concretamente, “el betaglucano de la avena lo que hace es retrasar el vaciado gástrico, lo que inhibe la ingesta de alimentos, reduciendo así el peso corporal total, la grasa corporal, el índice de masa corporal (IMC) y la adiposidad central”. Además, “también activa el eje hipotalámico intestinal, lo que aumenta la saciedad”.
Sin embargo, antes de consumir avena a diario hay que tener en cuenta un factor clave: que sea mínimamente procesada. Y es que, como informa la experta, “no todos los productos alimenticios que contienen betaglucano parecen conducir a los mismos resultados para la salud; en general, el procesado de los productos puede debilitar la utilización del betaglucano en el organismo y sus efectos sobre la salud”.

Quiénes no deberían consumir avena todos los días

Es cierto que la avena es un alimento muy saludable pero hay casos en los que no conviene abusar o en los que no conviene juntarla con otros minerales como el hierro o el zinc. Esto es así porque “la avena contiene antinutrientes como los fitatos, que pueden unirse a minerales (como el hierro y el zinc) y reducir su absorción”. Por tanto, las personas con anemia no deberían abusar de su consumo o hacerlo siguiendo una serie de recomendaciones. “La cocción y el remojo previo pueden reducir los niveles de fitato”, aconseja Vicente Clemente, profesor de Nutrición de la Universidad Europea.
En cuanto a las personas con problemas en el riñón o con enfermedades renales, es aconsejable evitar el consumo de alimentos ricos en potasio y fósforo como la avena, tal y como recogen los expertos de la Unidad de Nefrología del Hospital Universitario Donostia y autores del documento Guía de alimentación en pacientes con insuficiencia renal. Esto es así porque “los riñones son los encargados de eliminar el exceso de potasio del organismo y cuando no funcionan se acumula en la sangre”. 
Su exceso en el organismo “puede producir hormigueos, calambres, debilidad muscular, arritmias e incluso parada cardiaca, por lo que puede convertirse en el componente más peligroso de la alimentación”, en estos pacientes. El consejo de los autores de la guía para reducir el contenido en potasio y poder consumirlo es hacer remojo y doble cocción. “Al ser un mineral soluble en agua, gran parte del potasio de algunos alimentos (patatas, verduras, legumbres, etc.) lo puede eliminar haciendo remojo y doble cocción”.

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