Hacer ejercicio es sinónimo de salud. Cada vez hay más estudios que evidencian la relación entre la salud y el ejercicio físico mantenido en el tiempo, no sólo en el plano físico sino también en el plano mental. Como recuerda Arnau Gurgui, entrenador, preparador físico y fisioterapeuta en ITW Sport, “en el plano físico, practicar deporte regularmente mejora la salud cardiovascular, fortalece los músculos, aumenta la flexibilidad y contribuye al mantenimiento de un peso saludable”. Además, añade, “es fundamental para prevenir enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón”.
En el aspecto mental, la actividad física “promueve la liberación de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, lo que reduce el estrés y la ansiedad, mejora el estado de ánimo y puede incluso ayudar a combatir la depresión. Esa sensación de satisfacción y bienestar que sentimos tras entrenar es, en gran parte, resultado de esta hormona”. Asimismo, el deporte “fomenta la disciplina, el trabajo en equipo y la resiliencia, habilidades esenciales en cualquier ámbito de la vida”.
Sin duda, todos estos son argumentos más que suficientes para practicar deporte sea a la hora que sea, incluso, por la tarde-noche tras una larga jornada de trabajo. Y es que, como señala Gurgui, no existe la hora ideal para hacer deporte sino la hora que la persona pueda. “La mejor hora para entrenar depende de la persona y de sus horarios”, indica.
Así, en el caso de los que solo pueden entrenar por la mañana o a los que les gusta hacerlo a esta hora, “el ejercicio le ofrecerá un impulso energético para el resto del día, así como le ayudará a mejorar la concentración y el enfoque”. También, “hay estudios que sugieren que el ejercicio matutino puede regular mejor el metabolismo”.
Por otro lado, entrenar por la tarde o por la noche “puede ser más efectivo para aquellos que experimentan un mayor rendimiento físico en esos momentos, ya que la temperatura corporal es más alta y los músculos están más preparados para el esfuerzo”. En su opinión, “lo ideal es encontrar el momento que mejor se adapte a cada uno, siempre que se mantenga la constancia en la práctica del ejercicio”.
Beneficios de hacer deporte después de un día de trabajo
En base a lo que ha comentado el entrenador personal, hacer deporte después del trabajo nos puede ayudar y mucho. Estos son algunos beneficios:
Ayuda a liberar el estrés acumulado durante el día, proporcionando un espacio para desconectar y relajarse.
Aumenta los niveles de energía y mejora la productividad, lo que puede hacer que las tareas diarias sean más manejables.
Estimula la liberación de endorfinas, lo que eleva el estado de ánimo y combate la fatiga mental que ha podido acarrear la jornada laboral.
Actúa como un excelente regulador emocional y vía de desconexión.
En opinión del entrenador, uno de los aspectos en los que más nos puede ayudar el deporte tras una jornada laboral es el que “nos ofrece un espacio para desconectar de las preocupaciones diarias, fomentar la socialización a través del trabajo en equipo y aprender a establecer y alcanzar metas”. Por otro lado, señala, “nos ayuda a desarrollar hábitos saludables, lo cual es esencial para mantener un estilo de vida equilibrado y sostenible a largo plazo”.
Los ejercicios más recomendables para desestresar
En relación a qué ejercicios serían los más recomendables para después del trabajo, Gurgui, “lo más recomendable sería optar por un enfoque equilibrado que combine tanto ejercicios aeróbicos como de fuerza”. ¿Por qué? Porque “las actividades aeróbicas, como correr, nadar o andar en bicicleta, son excelentes para liberar el estrés y mejorar el estado de ánimo, pero los ejercicios de fuerza ayudan a liberar tensiones acumuladas y a fortalecer el cuerpo”.
El experto recomienda ambos para “proporcionar tanto beneficios cardiovasculares como de tonificación muscular”.
