Los yates son tendencia entre los multimillonarios. El mercado de estas embarcaciones de lujo se ha disparado después de la pandemia, provocando algunas situaciones bastante particulares. Por un lado, los astilleros no dan a basto con la cantidad de pedidos que reciben, y por otro, hay gente pagando una fortuna para asegurarse un lugar donde atracar.
Pese a esta realidad, hay quienes buscan algo más. Tener una embarcación de cientos de millones de dólares no es suficiente. Y, como esta industria nunca duerme, no ha tardado en emerger una alternativa a los yates: los submarinos de lujo. El principal exponente de esta idea es Migaloo Submarines, la compañía responsable del concepto Migaloo M5.
Migaloo M5, un híbrido entre yate y submarino
El concepto de submarinos de lujo no es completamente nuevo. Desde hace tiempo que algunas compañías diseñan y fabrican este tipo de vehículos, sin embargo, están muy lejos de la idea que propone Migaloo. El sueño de esta compañía es, básicamente, mezclar las características de los yates con las de los submarinos. ¿El resultado? Una embarcación que no pasa desapercibida.
“Creemos que los megayates sumergibles son el futuro de la navegación”, dicen los fundadores de esta compañía. Estamos hablando de Christian Gumpold y Christopher Gloning, dos miembros de un estudio de diseño de yates llamado MOTION CODE: BLUE que, después de años de trabajo, pensaron en embarcarse en un proyecto completamente diferente.
Ha pasado más de una década desde que estos especialistas empezaron a hacer diseños conceptuales. Los mismos han cambiado radicalmente en cada nueva versión gracias al feedback que han recibido de los potenciales propietarios. Ahora es cuando creen que el concepto está lo suficientemente evolucionado como para pasar al siguiente nivel: hacerlo realidad.
Para Migaloo, la viabilidad del proyecto de su submarino de lujo “ha sido discutida y aprobada”. Suponemos que llevar a cabo un proyecto de tal magnitud significará superar una enrome cantidad de desafíos económicos, técnicos y regulatorios. En cualquier caso, vemos un poco más en detalle el concepto de Migaloo M5 que, por cierto, es sumamente interesante.
El submarino se lujo tendría 165,8 metros de eslora, 23 metros de manga y un calado de 8,6 m. La propulsión estaría a cargo de un sistema diésel eléctrico con AIP (el Isaac Peral español cuenta con un sistema AIP) capaz de producir una velocidad máxima de 20 nudos en superficie y 12 nudos sumergido. El límite de inmersión sería de 250 metros.
Los responsables del proyecto imaginan al Migaloo M5 siendo capaz de transportar una máximo de 40 personas (incluyendo la tripulación). El submarino tendría un interior con una enorme cantidad de comodidades, televisión e internet vía satélite, muros táctiles interactivos y hasta un cine, y podría incluso alojar otros vehículos.
Migaloo ha incluido en su diseño una pista de aterrizaje para un helicóptero, mencionan como ejemplo los Bell 407 o Bell 429, que también puede ser utilizada por drones. Asimismo, esperan que el submarino pueda desplegar minisubmarinos, motos de agua y equipos de buceo. La propuesta, como podemos ver, no escatima a nivel de ambición sobre lo que podría ser.
El CEO de la firma, Christian Gumpold, dice que los propietarios podrán elegir en qué astillero se construirá el Migaloo M5, aunque recomiendan que el mismo esté ubicado en Alemania. Aunque el proyecto se desarrollará en un astillero a elección, afirman, será Migaloo la firma encargada de representar a los futuros dueños de la embarcación y dirigir el proyecto.
Imágenes: Migaloo
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