22 octubre, 2024

Los mejores consejos para no retener líquidos


El edema o retención de líquidos es la hinchazón causada por la acumulación anómala de líquidos en el cuerpo; en concreto, el líquido intersticial, que es el que se encuentra alrededor de las células del organismo. Se produce, sobre todo, en brazos y piernas (particularmente, en pies y tobillos) por el efecto de la gravedad, pero también se puede retener en abdomen, cara, pulmones, etc.
Las causas de la retención de líquidos pueden ser muy variadas y en ciertos casos se trata de algo puntual o transitorio por una circunstancia concreta, como puede ser el embarazo. Sin embargo, generalmente no es una buena señal, especialmente si se produce con frecuencia, por lo que resulta conveniente consultar al médico.

Causas de la retención de líquidos

Entre las causas más frecuentes de la retención de líquidos se encuentran la insuficiencia cardiaca, la enfermedad renal y la insuficiencia venosa crónica.

Insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo. Muchas patologías del corazón, como la cardiopatía isquémica, pueden acabar provocando este problema. Según informa la Fundación Española del Corazón, la insuficiencia cardiaca “puede provocar que el flujo de sangre a los riñones no sea suficiente y se produzca retención de líquidos por disminución de la orina”. Esta hinchazón suele localizarse en las piernas, los tobillos o el abdomen. A veces lleva a orinar más por la noche que por el día (nicturia).

Enfermedad renal

La insuficiencia renal reduce la capacidad de los riñones para eliminar el exceso de líquido y electrolitos, así como el material de desecho de la sangre. Esto lleva a una reducción del volumen de la orina, de tal manera que, si existe una entrada incontrolada de líquidos, se produce una retención de agua que lleva a la aparición de hinchazón.

Insuficiencia venosa crónica

La insuficiencia venosa crónica es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón, lo que provoca su acumulación en las piernas, dando lugar a diferentes síntomas y problemas. Uno de ellos es la hinchazón o edema, sobre todo de los tobillos y pies.

Síntomas de la retención de líquidos

La hinchazón de las piernas, pies y tobillos es el síntoma más característico de la retención de líquidos, pero puede haber otras manifestaciones que dependerán del origen y la gravedad del edema:
Sensación de pesadez.
 
Sensación de que la ropa, los zapatos, los anillos o los relojes están muy ajustados.
 
Menor flexibilidad en las articulaciones de los brazos y las piernas.
 
Piel brillante, tensa o apretada.
 
Hendidura al ejercer presión en la piel. 
 
Aumento de peso repentino o rápido.
 
Reducción de la orina.

Recomendaciones para prevenir y reducir la retención de líquidos

El primer consejo -y también el más importante- para reducir o evitar la retención de líquidos es acudir al médico para obtener un diagnóstico porque el tratamiento es distinto en función de la causa. Además, hay algunas pautas que pueden contribuir a paliar la retención de líquidos:
Beber suficiente agua. En algunos casos es necesario reducir la ingesta de líquidos, pero solo se debe hacer por indicación del médico.
 
Reducir el consumo de sal. Los alimentos ricos en sodio favorecen la retención de líquidos.
 
Seguir una dieta variada que sea rica en frutas y verduras.
 
Evitar el sobrepeso.
 
Llevar una vida activa y practicar ejercicio físico de forma regular.
 
Mantener las piernas elevadas y evitar estar sentado durante periodos de tiempo muy prolongados.
 
Evitar la ropa ajustada.

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