Quedan aún meses para el inicio de la temporada atlántica de huracanes de este año, pero el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de los Estados Unidos se prepara ya para una temporada especialmente activa. Y entre sus focos está mejorar la comunicación.
Nuevas medidas. El NHC estadounidense calienta motores de cara a la nueva temporada de huracanes. Lo ha hecho anunciando algunos cambios y mejoras en sus procesos, muchos de ellos relacionados comunicación de previsiones y riesgos, como por ejemplo una mayor implantación del castellano.
Mayor precisión, mejor comunicación. Uno de los cambios está en los mapas de predicciones de extensión de viento. El NHC ha anunciado que a partir del 15 de agosto comenzará a emitir (de forma aún experimental) un nuevo mapa de “cono”. Los mapas de cono muestran el área donde se considera probable avance el huracán.
Hasta ahora estos mapas incorporaban información sobre los riesgos asociados al paso del huracán en las zonas costeras. Los nuevos mapas extenderán la información sobre riesgos a las zonas interiores.
Las mejoras en predicción también en el tiempo, con información detallada no solo al corto plazo, sino hasta a cuatro y cinco días vista. Hasta ahora estas previsiones se ofrecían a un máximo de 72 horas (tres días).
Una temporada previsiblemente intensa. La temporada de huracanes del Atlántico norte quedará inaugurada el 1 de junio. A pesar de ello los meteorólogos van compilando pistas que les indican que nos encontramos ante una temporada especialmente intensa.
La principal pista es la temperatura del océano. Se estima que esta se sitúa un grado Celsius por encima de lo que cabría esperar.
“Esta temporada debería avanzar a toda velocidad, ya que no hay factores que vayan en contra de una temporada activa”, explicaba a la CNN McNoldy, investigador de la Universidad de Miami. “Es probable que tengamos un océano anómalamente cálido y condiciones neutras o de La Niña para el punto álgido de la temporada de huracanes”.
El Niño y La Niña. Esto se traduce, según este experto, en más ciclones y de mayor fuerza. Parte de la responsabilidad podría estar en el calentamiento oceánico asociado al cambio climático, pero otro determinante clave ha sido la intensidad con la que llegó el año pasado El Niño.
Aún así los expertos advierten de que la posible transición de la Oscilación del Sur de su fase de El Niño a la de La Niña vaya mejorar la situación. Más bien al contrario: es esta segunda fase de la oscilación cuando el calor oceánico tiende a generar más tormentas.
Cuándo se realice esa transición será clave. Por ahora se espera que suceda en otoño, pero esto ya implicaría que los efectos de esta oscilación se noten durante la temporada de huracanes de este año.
Introduciendo a las IA. Cuando esta transición llegue los países caribeños tendrán alguna herramienta más para la previsión. Y es que entre los cambios anunciados por el NHC se encuentran predicciones marítimas en el Caribe y el área del sudoeste del Atlántico norte, pero también más información traducida al castellano.
Según ha explicado este centro dependiente de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) ofrecerá nuevos productos de predicción en esta lengua. Lo hará de forma experimental y con la ayuda de técnicas de traducción basadas en inteligencias artificiales (IA).
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