5 febrero, 2025

‘Los polos opuestos se atraen’: ¿es posible el amor entre dos personas muy diferentes?


‘‘Los que se pelean se desean’’. Y, al escucharlo, los dos niños que andaban discutiendo se alejan sonrojados. La idea de que ‘‘los polos opuestos se atraen’’ persigue ya desde la infancia. Esos mismos niños crecerán con películas en las que el chico malo y la chica buena se enamoran (o, aunque no tan frecuente, viceversa) y viven una pasión arrebatada. Y cuando ya adultos vean a dos pequeñuelos que no terminan de congeniar, volverán a repetir la frase que un día escucharon: ‘‘Los que se pelean se desean’’. Sin embargo, ¿es posible que una persona pueda encontrar el amor en otra con un carácter totalmente diferente?
‘‘La frase ‘los polos opuestos se atraen’ es, en gran medida, un mito respaldado más por la cultura popular que por la ciencia. Según los investigadores Horwitz y Barbona de la Universidad de Colorado, quienes analizaron estudios realizados durante más de un siglo y abarcaron millones de parejas, la realidad es que las personas tienden a emparejarse con quienes comparten similitudes significativas en aspectos clave’’, explica Luis Guillén Plaza, especialista en terapia de pareja y sexual en el centro de psicología Psicopartner. 
De hecho, continúa el experto, ‘‘entre el 82% y el 89% de los hábitos, opiniones y valores en una pareja suelen coincidir, lo que resalta que la similitud es un factor esencial para relaciones exitosas’’. Eso sí, Guillén aclara que este alto nivel de similitud puede explicarse en parte por un fenómeno llamado proceso de acomodación, que ocurre de manera natural en las relaciones: ‘‘Consiste en que, con el tiempo, las parejas tienden a ajustarse mutuamente en términos de hábitos, valores y comportamientos. Las diferencias iniciales entre los miembros de la pareja suelen suavizarse, ya que ambos adoptan aspectos del otro para fomentar la armonía y la estabilidad en la relación’’. 

Rasgos de personalidad complementarios

No obstante, no todo en una relación depende de las similitudes. Las diferencias también complementan. Por ello, Miren Eguiara Arrázola, terapeuta con especialización familiar-sistémica del Instituto Cláritas, declara que la expresión “los polos opuestos se atraen” no es del todo un mito, pero tampoco una norma universal. ‘‘Esta atracción hacia alguien diferente a nosotros puede tener fundamentos psicológicos válidos, aunque no es una regla absoluta’’, destaca. 
Arrázola desarrolla más esta idea: ‘‘Existen diferencias en cuanto a rasgos de personalidad que pueden ser complementarias. Por ejemplo, una persona extrovertida puede sentirse atraída por alguien introvertido porque le ofrece estabilidad, mientras que el introvertido puede beneficiarse de la energía social del extrovertido, generando así una complementariedad en la relación’’. 
Asimismo, la experta subraya que la atracción que se da en el inicio hacia alguien que es diferente puede basarse en la curiosidad y deseo de experimentar algo nuevo. ‘‘Los factores que nos resultan novedosos activan en nuestro cerebro el sistema de recompensa, generando de tal manera una excitación o interés’’. Sin embargo, agrega, si las diferencias son muy marcadas en aspectos fundamentales como pueden ser los valores, maneras de manejar el conflicto, forma de ver la vida o la comunicación, pueden surgir dificultades en la relación a largo plazo. En este sentido, ‘‘la compatibilidad en estos aspectos mencionados suele ser predictor de una relación exitosa. Por tanto, aunque la diferencia puede atraer en un inicio, las relaciones más duraderas suelen ser las que combinan la complementariedad y similitudes en áreas clave’’.
En este punto también coincide Guillén, quien detalla que la atracción entre dos personas con rasgos opuestos ‘‘puede ser intensa y casi mágica en las primeras etapas de la relación. Las parejas se van acomodando de manera complementaria como si fuese una danza. De lo que uno carece, lo encuentra en el otro, y esto genera un equilibrio fascinante y atrayente. Por ejemplo, una persona muy estructurada puede sentirse intrigada por la espontaneidad de su pareja, mientras que alguien más emocional puede sentirse seguro con alguien más racional’’.
No obstante, esta complementariedad inicial que genera atracción también tiene un lado oscuro: ‘‘Con el tiempo, los mismos rasgos que unieron a la pareja pueden convertirse en puntos de conflicto. Lo que inicialmente parecía encantador puede ser percibido como un problema cuando las diferencias chocan con las demandas del día a día. Así, la espontaneidad que inicialmente resultó emocionante puede interpretarse como irresponsabilidad; o la organización que en un principio fue tranquilizadora puede ser vista como controladora o rígida’’, apunta el especialista.

¿Cómo lidiar con las diferencias en la pareja?

Gestionar las diferencias requiere trabajo consciente por ambas partes. De acuerdo con los expertos consultados, algunas estrategias prácticas incluyen:
El primer paso es aceptar que las diferencias son inevitables y que ninguna pareja es completamente igual. De esta forma, se puede resignificar la diferencia como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. Dentro de esto, poder promover un diálogo abierto en el que se traten estas diferencias con respeto.
 
La presencia de la empatía en la pareja es muy importante para poder comprender al otro y saber el porqué detrás de sus acciones o creencias.
 
Poner límites sobre lo que es y no es aceptable dentro de la relación para que ambos miembros se sientan protegidos. Estas diferencias también pueden resolverse con compromiso, es decir, poder ceder en algunos aspectos sin perder la propia identidad o necesidades fundamentales.
 
En el caso de que estas diferencias estuvieran generando conflictos frecuentes, acudir a terapia de pareja puede ayudar al entendimiento mutuo y al aprendizaje de estrategias de comunicación y resolución de conflictos.
 

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