14 marzo, 2025

¿Los suplementos de minerales o de proteínas pueden dañar los riñones?


Los hay de varios tipos: minerales, proteicos, herbáceos… Aquí y allá y muchos de ellos sin el respaldo científico, la moda de los suplementos parece inagotable. Y, a pesar de estar en boca de todos, siguen en pie numerosas dudas sobre la utilidad, beneficios y riesgos de los mismos. El 13 de marzo es el Día Mundial del Riñón y CuídatePlus aprovecha para lanzar una de ellas: ¿qué impacto tiene la toma de estos productos en la función renal?
Estaría bien empezar por los suplementos minerales. Los de calcio, potasio o magnesio son de los más conocidos. Borja Quiroga, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), explica que, en principio, se trata de productos seguros que no suponen ningún riesgo para el riñón, pues la concentración de los minerales es muy baja. Eso sí, “hay un sobreuso de estos suplementos que, aparte de no tener ningún valor, en algunos pacientes puede ser incluso nocivo. Por ejemplo, si alguien tiene una enfermedad renal y está tomando suplementos de potasio, este no se va a eliminar y entonces puede ser contraproducente”, advierte.
Por otra parte, prosigue el experto, “hay un tipo de suplemento del que se abusa bastante también y que puede ser directamente dañino, que es el de vitamina C. Esta se metaboliza a oxalato, que es un precursor de las piedras de calcio en los riñones”. 
En definitiva, el experto insiste en que la evidencia científica demuestra que los suplementos en general no tienen un beneficio real claro. “Otra cosa son los pacientes que tienen bajo los niveles de magnesio, potasio o calcio, pero en estos casos se recetan los fármacos, que no suplementos, en una consulta médica”, aclara Quiroga. 

¿Qué hay de los suplementos de proteína o creatina?

La suplementación propia de los gimnasios, otro punto a tener en cuenta. “Nos encontramos aquí con una situación bastante peculiar. En estos centros, habitualmente, se recomienda tomar suplementos, sobre todo, de proteína y de creatina, para ganar masa muscular”, indica el nefrólogo. 
En este sentido, subraya que se trata de productos seguros en términos generales para toda la población. Ahora bien, el experto alude a dos elementos para que no sean nocivos. El primero al que se refiere es la cantidad de suplemento que se toma en proteínas, que no debe sobrepasar los 2-2,5 gramos por kilo y día. Si se sufre una enfermedad renal, esta cifra se reduce a 1,2 gramos. En el caso de la creatina, el valor recomendado oscila entre 3 y 5 gramos al día.
Si se superan las dosis mencionadas, hay riesgo de daño en los riñones, tanto si la persona tiene enfermedad renal, como si no. Según el vocal de la SEN, “con el consumo exageradísimo de proteínas, estas pueden atravesar la membrana del riñón y filtrarse a la orina, algo que es muy tóxico para las células que están en este órgano”. 
“En segundo lugar, y esto es lo más importante de todo, es que los suplementos han de ser puros porque hay empresas o pseudoempresas que los comercializan y que contienen otras sustancias, que vamos a llamar impurezas”, agrega Quiroga, quien explica que, por ejemplo, estos productos pueden contener hormonas: “Esto es tremendamente peligroso. Las hormonas sexuales, como los estrógenos o la testosterona, ayudan a generar masa muscular y, a veces, se venden como suplementos”. 
Por ello, a la hora de comprar suplementos de gimnasio, es conveniente certificar que la compañía que los vende está autorizada para ese uso y que no lleven más sustancias que las necesarias, ya sean estas proteínas o la propia creatina. 

¿Los productos herbales pueden dañar el riñón?

La respuesta es sí, los suplementos herbáceos pueden tener un impacto negativo sobre estos órganos. Tal y como señala Quiroga, “hay incluso algunas hierbas, sobre todo de origen asiático, lo que se conoce como hierbas chinas (con un compuesto muy concreto llamado ácido aristolóquico), que son directamente nefrotóxicas, lesivas para el riñón”. 
Lo cierto es que los productos herbolarios se pueden adquirir sin ningún tipo de receta y, por tanto, sin control. El experto consultado pone el ejemplo de la cola de caballo y su potencial diurético: “Tomar un diurético en una persona que no lo necesita puede dañar el riñón, por lo que con los productos de este tipo hay que ser muy cuidadoso”.
Por último, el especialista insiste en un mensaje: “Nadie debería tomar suplementos sin que una analítica de sangre demuestre que tiene un déficit de algún mineral”. 

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