15 abril, 2025

Lynda Carter después del alcoholismo y los dolores más profundos


Además de llevar adelante el personaje icónico de la fuerza femenina, Lynda Carter deslumbró en la Mujer Maravilla con su tez blanquísima, los ojos claros y el pelo negro.Cada vez que aparecía con su traje rojo, dorado y azul brillantes, la tiara y las botas transmitía un poder y una presencia única en la pantalla.Su historia personal, coincidentemente, también tiene mucho que ver con esa fuerza.Como cuenta una nota del sitio Vanidades, Carter participó desde muy joven en concursos de belleza. Ganó el título Miss USA en 1972 y llegó a ser semifinalista en el certamen de Miss Mundo.Cuando se presentó al casting para la Mujer Maravilla solo le quedaban 25 dólares en la cuenta bancaria. La convocatoria, por otra parte, fue muy masiva y le había interesado a muchísimas actrices con mucha más experiencia y renombre que ella. Entre ellas, Farrah Fawcett.No era para menos. El personaje era muy innovador. Hasta ese momentos solo había súper héroes.Estaba convencida de que no quedaría entre las seleccionadas y algo de razón tenía. Porque los productores habían seleccionado a otras dos actrices. Sorpresivamente, ambas desistieron.Como el tiempo prudencial de respuesta había pasado, decidió salir de gira por Estados Unidos con un pequeño grupo musical que tenía.Eran tiempos sin celulares y contactar a una persona podía ser arduo. Sin embargo, su agente la ubicó en el hotel donde paraba y le indicó que volviera urgente.A partir de ahí su vida dio un giro rotundo. De acuerdo a la información de El Mundo, su papel en la serie le reportó un millón de dólares por cada temporada, una cifra estrafalaria para fines de los 70, el momento de la grabación.“…Oh, puedes hacer cualquier cosa que te propongas. Nosotras, las mujeres, estábamos en las fábricas y hacíamos todos esos trabajos que siempre nos decían que no podíamos hacer. Y cuando nos necesitaban, ahí estábamos”, dijo en una entrevista que cita la revista Vanidades con respecto al poder femenino.Por otra parte, su vida después de ese éxito tuvo algunos altibajos. Su segundo marido y padre de sus dos hijos, Robert A. Altman, fue acusado de cometer fraudes bancarios de envergadura.Finalmente fue declarado inocente. Pero, cuenta la nota del sitio Vanidades, el proceso resultó devastador para la carrera y el estado psíquico de la actriz.La consecuencia fue su adicción del alcohol, que aceptó públicamente. Para sanarse, decidió realizar internaciones en centros de recuperación.En el momento del “MeToo”, también contó que fue abusada por un poderoso hombre de la industria.Los datos conocidos indican que Carter sigue una vida con bajo perfil. Solo hay registro de algunas salidas puntuales y publicaciones en Instagram por fechas especiales.Por ejemplo, en la última Semana de la Moda de París se dejó ver con su hija, un calco de ella, quien también es cantante.Además, para el día de la mujer no dejó de lado los mensajes de empoderamiento e impulso para un mayor liderazgo femenino.

Fuente

Comparte esta noticia:

Otras noticias:

Noticias relacionadas