María Cantero llegaba a la Casa Rosada todos los días en su auto deportivo Audi, modelo TT, un regalo que le había hecho su marido Héctor Martínez Sosa, el millonario broker de seguros que quedó envuelto en el escándalo de corrupción y tráfico de influencias que derivó en la denuncia por maltrato de Alberto Fernández a Fabiola Yáñez.
Cantero tiene gustos exclusivos, según cuentan ex empleadas de la Casa Rosada. Es fan de las carteras Gucci y Prada, consumidora de artículos de lujo y también suele hacer regalos caros. Pasaba los veranos en Punta del Este y todas las temporadas, para el 18 de enero, organizaba en su casa la fiesta de cumpleaños de su marido, a la que solían asistir personalidades de la farándula y también del mundo de los negocios.
La vida con Martínez Sosa le permitía lujos que el sueldo de secretaria del Presidente de la Nación no le hubiera permitido. Su vida de lujos la obtenía de su matrimonio, pero los contactos hacer buenos negocios los conseguía en el poder, al lado de Alberto. Un claro ejemplo de esto son los chats revelados entre ella, apodada “Gatín” y su marido, agendado como “Hecky”, donde Cantero le gestionaba reuniones con ministros para negociar cuestiones vinculadas al negocio de los seguros. Incluso solía hablar en plural. Un ejemplo de esas conversaciones es una producida el 12 de diciembre del 2019, apenas dos días después de asumir. “Los seguros de La Armada, ¿los tenemos?”, le pregunta Cantero a su marido. Otro dato que surge es un posible emprendimiento con sus hermanos, al que llamaba “la Pyme de Vivi, el gordito y yo”, en referencia a Viviana y Sebastián Cantero.
María Cantero conoció a Alberto Fernández en la Facultad de Derecho de la UBA en los años ‘80, y cuando él se hizo cargo de la Superintendencia de Seguros de la Nación en el gobierno de Carlos Menem, ella lo acompañó como su secretaria. En esos años conoció a Héctor Martínez Sosa y el triángulo del funcionario, la secretaria y el broker transitó más de treinta años hasta llegar a la Presidencia de la Nación.
En los años en que Alberto Fernández fue jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner, Cantero trabajaba junto a su hermana, Viviana. María hacía el turno tarde y Viviaña atendía por la mañana. En esta segunda vuelta, Cantero quiso mantener el horario laboral de la tarde para seguir teniendo las mañanas libres, pero esta vez su hermana no la acompañó. Para ese turno, Fernández eligió a Ana María Hernández. Con esa mujer, Cantero no tenía buena relación, solía decir que la parecía “grasa” y hasta llegó a referirse a ella en conversaciones con otros como “negra de mierda”.
Otra persona contra la que Cantero solía despotricar era Cristina Kirchner, a quien había conocido muchísimo durante los años que Fernández fue jefe de Gabinete. Pero de los chats con su marido surge, por ejemplo, que el 27 de junio del 2019 ella le contó que habló por teléfono con CFK, en el marco de la campaña electoral, y que charlaron de manera muy amistosa. “Me preguntó por vos”, le dice Cantero a Martínez Sosa, a lo que él responde: “No se olvida de mi mano en su cintura”. Complicidades de “Hecky” y “Gatín”.
Otras mujeres a las que Cantero no quería eran Vilma Ibarra, que había sido pareja de Fernández, y Gabriela Cerruti. Con Fabiola Yáñez no tenía una relación cotidiana y asidua, pero fue suficiente para quedar involucrada también en este escándalo.
Secretos. El teléfono de la secretaria del ex presidente desató una tormenta inesperada para Alberto, sobre todo porque desmoronó dos relatos que el ex presidente había convertido en bandera: la ausencia de causas de corrupción en su contra y la defensa del feminismo en su gestión.
En el caso de corrupción, se puede ver como Cantero le escribía a Fernández para pedirle por clientes. “Tengo un problema, están sacándole Cancillería a Hecky. Están nombrando otro productor”, escribió ella. “Ya le sacaron algunas cuentas… La Cámpora arma broker (sic). Pero Cancillería son nuestros”, agregó. Fernández fue expeditivo: “Ya me ocupo”.
Cuando el escándalo estalló y comenzó a circular el nombre de Cantero en los medios, Alberto intentó despegarse de la situación. El 29 de febrero dio una entrevista en Radio La Red con Facundo Pastor, a quien le dijo que no creía que Cantero hubiera hecho ese tipo de negociados o que intentara favorecer a su esposo. Cuando le preguntaron si ponía las manos en el fuego por ella, él dijo que no las ponía por nadie. “Me duele el corazón”, le escribió Cantero a su marido.
Lo interesante es cómo se enteró Cantero de que estaba Fernández en la radio. Le llegó un mensaje a su Whatsapp que decía: “En este momento el boludo en Radio La Red AM910”. “¿Alberto?”, respondió Cantero sin dudar.
Martínez Sosa no pudo escuchar la entrevista porque en ese mismo momento estaba manteniendo reuniones con sus abogados y buscando un consultor en comunicación para que planifique una estrategia defensiva frente a este caso. Martínez Sosa sospecha que la filtración de la información empezó por Clarín y dice que es una operación para correrlo de los negocios. En privado cuenta que este escándalo beneficia a Ignacio Sáenz Valiente, abogado del Grupo Clarín que también tendría negocios como broker de seguros.
Tribunales. El jueves 22 de agosto, a Cantero le tocó declarar en Comodoro Py en el marco de la causa por violencia de género contra Alberto por la denuncia que le inició Fabiola Yáñez. Su testimonio era uno de los más esperados. Entró por la puerta trasera alrededor de las 12.30 para evitar que la vean los medios y se dirigió de inmediato al quinto piso. Para su sorpresa, allí la esperaban periodistas. Los abogados, con poca experiencia en casos con alto impacto mediático, estaban visiblemente molestos. Ella ingresó a la fiscalía cuando todavía no había terminado de declarar Alicia Barrios, la periodista y amiga de Yáñez, quien también habría sido testigo de episodios violentos. De hecho, en su declaración dijo que en la pareja había “violencia emocional”. La declaración de Cantero duró casi tres horas y cuando se retiró, intentó cubrirse una parte de la cara con una bufanda negra.
En su declaración, Cantero reconoció que los chats con Yáñez eran reales y que le hablaba de que había sido golpeada en más de una oportunidad por el ex presidente. Luego de que él le soltara la mano en la causa Seguros, ella lo hundió en este expediente. ¿Un pase de factura?
Por el lado de la defensa, en Comodoro Py circula el rumor de que Fernández ya tendría preparada una serie de testigos que buscarían atacar la imagen de Yáñez poniendo el foco en supuestos problemas con el alcohol e incluso situaciones de infidelidad. Incluso esperan con mucha ansiedad el testimonio de Sofía Pacchi, la ex amiga de Yáñez, que podría declarar en favor de Fernández. La citación de Pacchi aún no tiene fecha porque fue madre hace pocas semanas.
Cantero aún sigue investigada en la causa de los seguros junto a su marido. En ella deberá explicar si usó su cercanía con el ex presidente para ayudarlo a Martínez Sosa a mejorar sus negocios con áreas del Estado que dependían del Poder Ejecutivo. Su situación es complicada.