13 marzo, 2025

Me quiero hacer una prueba de ITS, ¿qué necesito saber?


Hacerse una prueba de infecciones de transmisión sexual (ITS) es un proceso por el que no todo el mundo está dispuesto a pasar. Vergüenza, pereza, desconocimiento… son varios los motivos que no animan a dar el paso, pero lo cierto es que se trata de sencillos tests que no sólo ayudan a detectar a tiempo diversas enfermedades, sino que también evitan posibles nuevos casos. 
“Una ITS es un examen médico y analítico que busca detectar la presencia de virus, bacterias, hongos o parásitos que pueden transmitirse a través del contacto sexual”, termina por definir a CuídatePlus Gabriel Bastidas, miembro del Grupo de Nefrología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). 
De forma más concreta, el experto aclara que estas pruebas pueden detectar las siguientes infecciones:
Por otra parte, Bastidas señala que, dependiendo del tipo de infección, la prueba puede analizar sangre, orina, fluidos genitales o muestras de tejido:
Análisis de sangre: se usa para detectar el VIH, la sífilis, la hepatitis B y C, entre otras enfermedades. 
 
Análisis de orina: puede identificar infecciones como clamidia y gonorrea. 
 
Muestras de fluidos o tejidos: se toman de la zona afectada (genitales, garganta o ano) para detectar infecciones como herpes, VPH, gonorrea o clamidia, micoplasmas y ureaplasmas, entre otras.
 
Pruebas rápidas: el VIH o la sífilis, por ejemplo, pueden detectarse a través de estos exámenes que dan resultados en pocos minutos.

¿Dónde puedo hacerme una prueba de ITS?

Tal y como informa Bastidas, las pruebas de ITS pueden realizarse en centros de salud y hospitales o clínicas especializadas en salud sexual, “las cuales pueden brindar mayor privacidad y rapidez”. Hay ONG y organizaciones que también ofrecen pruebas gratuitas o a bajo coste. De todo ello, “lo ideal es acudir a un médico especialista en salud sexual para recibir un asesoramiento adecuado”, insiste el experto. 
Acerca de quiénes se deben realizar estos exámenes médicos, Bastidas apunta que se recomienda en todas las personas sexualmente activas, especialmente con múltiples parejas. Además, hace referencia a los siguientes casos:
Aquellos que han tenido relaciones sexuales sin protección, más aun sin presentan síntomas como secreciones anormales, dolor al orinar, llagas o irritación genital. 
 
Mujeres embarazadas para prevenir la transmisión al feto. 
 
Personas que han tenido una pareja con alguna ITS. 
 
Hombres que tienen sexo con hombres. 
En cuanto a la frecuencia, las personas con vida sexual activa deben hacerse la prueba al menos una vez al año y aquellas con múltiples parejas o con alto riesgo, cada tres a seis meses. Los pacientes en PrEp (profilaxis preexposición para VIH) deben realizarse este examen cada tres meses.   

¿Tienen algún tipo de riesgo las pruebas de ITS?

Las pruebas de ITS son generalmente seguras, pero, según Bastidas, algunos riesgos mínimos pueden incluir:
Análisis de sangre: posible dolor, hematoma o mareo. 
 
Muestras de orina o fluidos: molestia leve, pero sin riesgos mayores. 
 
Pruebas invasivas (como el frotis cervical o el rectal): también es posible que haya un ligero dolor o irritación. 

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