La enfermedad renal crónica es una patología que se produce por una lesión del riñón, inicialmente silente, que se caracteriza por una disminución del filtrado glomerular y/o por albuminuria. No es una enfermedad tan conocida como lo puede ser la insuficiencia cardiaca o la diabetes, pero en la actualidad es muy prevalente y las cifras tanto a nivel mundial como en España son preocupantes, con importantes consecuencias en riesgo cardiovascular, mortalidad y coste sanitario.
De hecho, se calcula que afecta a más de un 10% de la población, una prevalencia que aumenta en determinados pacientes por los factores de riesgo asociados. Por ejemplo, informa a CuídatePlus Patricia de Sequera, jefa del Servicio de Nefrología del Hospital Infanta Leonor de Madrid, “aumenta en pacientes con hipertensión, diabetes mellitus, obesidad y con otras circunstancias, incluida la edad avanzada”.
Pero, además, añade, “hay ciertos medicamentos de uso muy común que dañan el riñón, como por ejemplo los antiinflamatorios”.
No hay síntomas
Uno de los grandes problemas de la enfermedad renal es que es una patología que no da síntomas de alerta. Es más, “cuando aparecen signos evidentes es porque hay fallo renal y es tarde”, afirma especialista en Nefrología y una de la autoras del documento La Enfermedad Renal Crónica y su situación en España. La enfermedad renal “no es como un infarto, en el que duele el pecho. En esta patología hasta que el filtrado no desciende por debajo de 30 el paciente no nota nada y cuando esto sucede ya es tarde porque la enfermedad ha arrasado con el riñón y poco se puede hacer salvo diálisis o trasplante”.
De ahí, la importancia de la detección precoz a través de “analíticas que determinen si los valores de creatinina y albúmina en orina están alterados o no”.
Tratamiento
Como en toda enfermedad crónica, “lo más importante es poder detectarla precozmente para iniciar el tratamiento cuanto antes”. El tratamiento, en este caso, irá dirigido a la causa directa del problema renal. Si está relacionado con la diabetes, “el primer paso es que el paciente tenga la enfermedad controlada”. Si la causa es la hipertensión, indica, “se tratará la hipertensión”. En este caso, “el uso de medicamentos para tratar la patología ayudarán mucho”. En el caso de la obesidad, “bajar de peso ayudará a mejorar la función del riñón”.
En este contexto, la experta recuerda que, de todos los factores de riesgo, la diabetes es el que está más relacionado con la enfermedad renal crónica. Como cuenta la experta, “la diabetes supone la primera causa de enfermedad renal crónica y de necesidad de tratamiento renal sustitutivo (TRS) en el mundo, siendo la diabetes tipo 2 (DM-2) causante de más del 90%”. Por ello, “los pacientes que vemos con mayor frecuencia en las consultas son estos. La diabetes fue la causa más frecuente de entrada en tratamiento renal sustitutivo (25.2%), seguida de la enfermedad glomerular (14.6%) y la enfermedad vascular (13.5%)”, señala Sequera.
Qué hacer para prevenirla y cuidar los riñones
En cuanto a la prevención de la enfermedad renal crónica, la especialista indica que “es posible y muy simple”. Basta con “seguir unos hábitos de vida saludables”:
Alimentación sana y equilibrada
Evitar la obesidad
Hacer ejercicio físico de forma constante
Tener unos niveles de colesterol normales
Tener el azúcar controlado
Tener la hipertensión controlada
No abusar de los medicamentos que dañan el riñón