19 enero, 2025

¿Por qué algunas personas necesitan menos horas de sueño para estar activas?


Fernando duerme solo 5 horas cada noche, pero se despierta totalmente despejado y se mantiene a pleno rendimiento durante todo el día. Fernando es un hombre con suerte porque pertenece a una élite muy reducida: la de las personas que pueden permanecer activas a pesar de tener un sueño extremadamente corto. 
La mayoría de las personas que no llegan a las 7 u 8 horas de sueño recomendadas no son tan afortunadas como Fernando y pagan las consecuencias de robar horas al descanso nocturno, que se traducen en cansancio constante y un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades, como obesidad, cáncer, diabetes tipo 2, patologías cardiovasculares…
Hay diversos factores que inciden en la duración del tiempo de sueño de una persona, que van desde la elección personal o las obligaciones laborales y familiares, hasta enfermedades que acortan el tiempo efectivo de descanso, entre las que destaca el insomnio. ¿Qué es lo que diferencia a las personas que se mantienen activas y sanas durmiendo apenas unas horas cada día? Todo parece apuntar hacia la genética y, de hecho, se han identificado varios genes (DEC2, ADRB1 y otros) relacionados con lo que a veces se conoce como síndrome del sueño corto. Este sería el porqué fundamental, aunque puede haber otras razones.
La existencia de esos genes permite al organismo seguir funcionando bien a pesar de disponer de menos tiempo para cumplir todos aquellos cometidos que se llevan a cabo durante el sueño, que no son pocos. Entre otras muchas funciones, mientras dormimos nuestro cuerpo es capaz de reparar los diversos tejidos de los que estamos compuestos; conservar y recuperar energía; consolidar el aprendizaje y almacenamiento y eliminación de los recuerdos; reforzar el sistema inmunitario; y facilitar la producción equilibrada de ciertas hormonas íntimamente ligadas al bienestar, como son la melatonina y la serotonina.

Dime cómo duermes y te diré si estás sano

Es importante señalar que no solo influye en la salud el número de horas de descanso nocturno, sino también la calidad, la forma en que se produce y, en definitiva, tener unos buenos hábitos de sueño. 
Un equipo de investigadores de la Universidad Penns State, en Pensilvania (Estados Unidos), ha publicado recientemente un estudio en el que se describen cuatro patrones distintos que caracterizan el modo en que duerme la mayoría de las personas y que predicen el estado de salud a largo plazo:
Personas que duermen bien y se caracterizan por mantener unos buenos hábitos de sueño.
 
Personas que duermen más de lo habitual los fines de semana. De lunes a viernes tienen un sueño irregular y, sobre todo, una duración media más corta. En cambio, los fines de semana y los días no laborables duermen más horas. 
 
Personas con insomnio, que se caracterizan por tener problemas de sueño relacionados con esta dolencia: una corta duración del sueño, un cansancio diurno muy acusado y un tiempo de conciliación del sueño bastante elevado.
 
Personas que duermen la siesta durante el día.

Estos patrones de sueño no estaban, aparentemente, relacionados con la edad, pero los investigadores constataron que los adultos mayores y los jubilados eran los que dormían la siesta con mayor frecuencia. Asimismo, comprobaron que aquellos con menor nivel educativo y quienes se encontraban en situación de desempleo tenían más probabilidades de padecer insomnio.
Más de la mitad de los aproximadamente 3.700 participantes en este estudio padecían insomnio o dormían la siesta durante el día, dos patrones de sueño considerados subóptimos. El peor patrón es el relacionado con el insomnio, ya que se asoció con una probabilidad significativamente mayor de desarrollar dolencias crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión.

Rasgos de las personas que necesitan dormir poco

Quienes duermen seis horas o menos al día pero no necesitan más tiempo y, lo que es más importante, no tienen más riesgo de padecer enfermedades crónicas, presentan los siguientes rasgos:
No necesitan poner el despertador para levantarse.
 
Tardan poco tiempo en conciliar el sueño cuando se acuestan.
 
Se encuentran bien y cargados de energía durante el día.
 

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