22 mayo, 2025

Por qué no debes taparte la boca para dormir (salvo prescripción sanitaria)


Lo más adecuado es respirar por la nariz, y no por la boca, tanto durante el día como mientras dormimos. La razón es sencilla: la nariz cumple unas funciones que la boca no es capaz de hacer. Fundamentalmente, se encarga de limpiar el aire -sus folículos pilosos atrapan las sustancias dañinas- de impurezas, calentarlo y humedecerlo antes de que llegue a los pulmones. Por eso, respirar de esta forma ayuda a disminuir las infecciones.
Respirar por la boca no solo aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades causadas por microbios, sino que también puede producir alteraciones que afectan a la mandíbula, los dientes e, incluso, la forma del rostro.
En cuanto a las causas de esta anomalía tan extendida, hay que aclarar que algunas personas respiran por la boca porque tienen una obstrucción nasal u otros problemas, pero en bastantes casos se debe a un mal hábito.
Con todo lo anterior, queda claro que las medidas encaminadas a fomentar la respiración nasal son, en principio, positivas. Durante el día es más sencillo -aunque no siempre- llevarlo a cabo, mientras que por la noche no podemos controlar cómo respiramos. De ahí que el mouth taping o taparse la boca para dormir, la propuesta que de tanto en tanto se hace viral en TikTok, parezca razonable. ¿Es así? En absoluto. Puede resultar peligroso y, aunque es cierto que en ciertos casos puede ser aconsejable, existen formas seguras de hacerlo, con parches o pegatinas homologados. Y, por supuesto, siempre con la prescripción previa de un profesional sanitario (dentistas, otorrinolaringólogos, médicos de familia…). 

‘Mouth taping’ solo por indicación del médico u odontólogo

La odontóloga Eider Unamuno, más conocida como la dentista inconformista, explica en instagram que el mouth taping “es una herramienta que tiene que estar supervisada por un profesional”. El motivo es que es preciso asegurarse “de que la persona respira bien por la nariz antes de empezar a usarlo”.
“¿Creeis que algún padre cuyo hijo tenga estrabismo u ojo vago cree que comprando un parche y poniéndoselo como le dé la gana va a solucionar el problema?”, plantea la experta. “No lo creo; seguramente, irá a un oftalmólogo que le dirá cómo tiene que usarlo”. Existen unas pegatinas para mantener los labios cerrados. “¿Hay algún padre en la sala que crea que por un tabique desviado, una atrofia de adenoides, de amígdalas, algún problema con la mucosa nasal, rinitis, alergias… se vayan a solucionar todos sus males o de repente se vaya a poner el tabique tieso con estas pegatinas?”. Ella misma responde: “No lo creo”.
“Pero existir, existen”, argumenta. “Es como los pantalones de campana, que existían hace millones de años y ahora se han vuelto a poner de moda”. Se trata, según expone, de “un método que diseñó un fisiólogo basado en los conocimientos de un médico ucraniano especializado en niños asmáticos”. En su opinión, “es maravilloso que existan y los profesionales de la salud podemos aprovechar para recomendar a nuestros pacientes que los compren”. Ella misma lo hace: “Soy ortodoncista y les digo a mis pacientes que se los compren, se los coloquen y les señalo qué ejercicios tienen que hacer para mantener los labios cerrados, para que las mucosas se humedezcan, para que produzcan más óxido nítrico y así mejoren”.
La dentista inconformista resalta la importancia de un adecuado diagnóstico del problema en cada caso. Se suele pensar que todas aquellas personas que respiran por la boca mientras duermen tienen grandes problemas para respirar por la nariz, pero advierte que no siempre es así. “En algunas ocasiones puede haber existido una respiración oral durante un tiempo determinado, derivada de una dificultad específica como unos adenoides grandes, unos cornetes grandes, un tabique desviado…de tal manera que, durante todos esos años de respiración oral, la musculatura de la boca se ha quedado flácida”. Eso lleva a que haya personas a las que “les cuesta mantenerse con los labios cerrados, aunque su nariz a día de hoy esté perfectamente despejada”. 
En esos casos, “la musculatura no sabe permanecer unida porque no está entrenada para ello”. Ahí es cuando se pueden usar cintas o parches homologados para taparse la boca al dormir, siempre que la nariz esté despejada y así lo aconseje un profesional sanitario. “En este proceso nos pueden ayudar los otorrinos, los logopedas y los odontólogos formados en vías aéreas”, corrobora Eider Unamuno.

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