7 julio, 2024

¿Por qué se me duermen los brazos cuando duermo?


Suena la alarma, abres los ojos y te dispones tras un plácido sueño a estirar los brazos cuando… descubres que ellos aún no han despertado. No los sientes, solo ese hormigueo que los recorre y que tan incómodo resulta. Que se queden los brazos dormidos mientras nos entregamos a los brazos de Morfeo es de lo más habitual, pero ¿por qué ocurre este fenómeno? CuídatePlus ha consultado con dos expertos en el tema para que resuelvan esta duda y en qué casos este signo debería ser un motivo de preocupación. 
“Lo más común es que una mala postura cause una compresión de un nervio periférico, lo que provoca una disfunción temporal. Esto puede manifestarse como pérdida de sensibilidad, hormigueo, pinchazos y, en algunas ocasiones, también pérdida de fuerza”, explica Ana Fernández-Arcos, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y el Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN). En algunos casos, continúa la experta, comprime un área más extensa de nervios y afectar a toda la extremidad. 
Gerard Mayà, coordinador del grupo de trastornos del movimiento y de la conducta durante el sueño de la Sociedad Española del Sueño (SES), detalla que a este fenómeno se le conoce como parálisis del sábado noche, y se produce en la mismas circunstancias que, por ejemplo, cuando una persona se queda en el baño mucho tiempo sentado o al dormir con la pareja y colocar el brazo debajo de ella. Fernández-Arcos comenta que si es la mano la que se queda dormida, “puede ser un síntoma del síndrome del túnel carpiano, que ocurre debido al estrechamiento del canal por el que pasa uno de los nervios que inervan la mano”. 

Las personas que duermen boca abajo con un brazo debajo de la almohada son las que más suelen experimentar este entumecimiento. Asimismo, los expertos consultados declaran que también son susceptibles aquellos que toman fármacos sedantes o alcohol antes de dormir, dado que una menor capacidad de despertarse les impide cambiar de postura con frecuencia. 
Por otra parte, “existe una neuropatía hereditaria poco frecuente llamada neuropatía tomacular, en la que los individuos pueden experimentar pérdida de sensibilidad y debilidad muscular focal tras una comprensión de un nervio”, resalta la especialista. 
Para evitar el adormecimiento de brazos, la especialista aconseja colocarse en una postura en la que no haya compresión ni restricción del nervio con flexión o extensión forzada de las articulaciones. En este sentido, “algunas personas necesitarán acostumbrarse a diferentes posturas de las habituales. En el caso de aquellos con síndrome del túnel carpiano, puede ser de ayuda llevar una férula en las muñecas para liberar el nervio”, apunta.

¿Cuándo preocuparnos?

Fernández señala que si este hormigueo ocurre de forma repetida durante varias noches a pesar de mejorar la postura durante el sueño, así como en los casos en los que este signo no mejora en pocos minutos, es importante consultar con un médico. “Si el inicio es brusco y se acompaña de otros síntomas como pérdida de visión, dificultades para hablar o afectación de otras partes del cuerpo, es fundamental acudir inmediatamente a Urgencias ante la posibilidad de que se trate de un ictus”, advierte.
Entre otras patologías con las que se relaciona este síntoma, se incluyen problemas de la médula espinal, traumatismos y la neuropatía diabética.

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