Las autoridades sanitarias de todo el mundo vigilan intensamente el virus H5N1 de gripe aviar desde hace años. De momento, este patógeno afecta de forma mayoritaria a animales, pero también de forma esporádica a los humanos, aunque todavía lo hace de forma poco eficiente. Por eso se extrema la vigilancia: para evitar que mute y evolucione hasta poder transmitirse de persona a persona. Y, si llega ese momento, estar preparados en la medida de lo posible. En estos momentos, el foco está puesto en Estados Unidos, donde se acaba de registrar el primer caso grave en una persona de ese país, en el que ya se han producido un total de 61 casos de contagio, la gran mayoría leves.
Aunque el paciente se encuentra en el estado de Luisiana, California, ha declarado el estado de emergencia. El motivo: se trata de la zona de Estados Unidos más afectada por la actual crisis de gripe aviar en norteamérica, con 34 casos en humanos. Uno de los rasgos distintivos -y preocupantes- de la expansión de gripe aviar en ese país es que afecta mayoritariamente al ganado vacuno. Sin embargo, el primer humano grave contagiado, que está hospitalizado, estuvo en contacto con aves muertas en su granja.
Situación actual de la gripe aviar
Hace unos meses, un estudio publicado en la revista Nature desveló que el virus de la gripe aviar H5N1 se puede transmitir entre mamíferos. En declaraciones a SMC España, Elisa Pérez Ramírez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), del CSIC, resumió la situación actual de la gripe aviar, que da una idea de por qué resulta tan preocupante: “Desde finales de 2020 este virus ha provocado la muerte de millones de aves de corral en todo el mundo y cientos de miles de aves silvestres”. De hecho, afirmó la investigadora, “estamos viviendo la mayor epidemia de gripe aviar de la historia; el impacto en la industria avícola y en la fauna silvestre ha sido devastador”.
Además, prosiguió Perez-Ramírez, “el virus ha ido adquiriendo progresivamente una mayor capacidad para saltar a los mamíferos, primero silvestres (con mortalidades masivas de mamíferos marinos en Sudamérica, por ejemplo), después visones en granjas peleteras en España y Finlandia, brotes en gatos domésticos y, finalmente, el salto más inesperado y probablemente el más preocupante: el ganado vacuno lechero en Estados Unidos”. Nunca antes se había detectado este subtipo en rumiantes, “por lo que estamos ante un escenario completamente nuevo con muchos interrogantes”, concluyó la experta.
Casos en humanos en la Unión Europea
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señala en su web que a mediados de diciembre de 2024 “sigue sin haber indicios de propagación de la gripe aviar de persona a persona” en la Unión Europea. Según un informe reciente de este organismo y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), “si bien la transmisión de aves infectadas a humanos es rara, ha habido casos de exposición a estos virus desde 2020 sin que se hayan notificado infecciones sintomáticas en la UE”. Sin embargo, añade el documento, “estos virus continúan evolucionando a nivel mundial y, con la migración de las aves silvestres, se podrían seleccionar nuevas cepas portadoras de mutaciones potenciales para la adaptación de los mamíferos”.
Si los virus de la gripe aviar A (H5N1) “adquieren la capacidad de propagarse eficientemente entre los humanos, podría ocurrir una transmisión a gran escala debido a la falta de defensas inmunes contra los virus H5 en los humanos”.
El mayor peligro, según la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene claros los riesgos que representa el virus H5N1 de la gripe aviar: sus síntomas son los de una gripe común, pero tiene el potencial de causar una elevada mortalidad si se desata una pandemia. “Este virus infecta principalmente a los animales, pero desde 2003 se han notificado cerca de 900 casos en el ser humano, más de la mitad mortales. Se trata de un virus que evoluciona continuamente y no se puede descartar que se acabe transmitiendo con facilidad entre las personas. Si esto ocurriera, podría desencadenarse una nueva pandemia por gripe, como ocurrió en 1918 y 2009 con las pandemias causadas por el virus A (H1N1)”, afirma el organismo internacional.
Cómo protegerse frente a expansión de la gripe aviar
Por lo tanto, el riesgo de una pandemia de gripe aviar es real, aunque no sea inminente. Poco a poco, se van produciendo hitos que acercan esa posibilidad. El último ha sido el caso grave en Estados Unidos.
Las medidas de protección frente a la gripe aviar se deben tomar en dos niveles: autoridades sanitarias (y de otros ámbitos) y población.
Autoridades sanitarias: enfoque ‘one health’
Las autoridades sanitarias, medioambientales y de otros muchos ámbitos deben trabajar con un enfoque one health (una sola salud) para limitar la exposición de los mamíferos, incluidos los seres humanos, a los virus de la gripe aviar. Estas son algunas de las medidas necesarias:
Reforzar la vigilancia de animales y humanos.
Análisis genómico de los patógenos circulantes.
En las granjas debe reforzarse la bioseguridad para evitar que los animales entren en contacto con virus de gripe aviar y los propaguen.
Medidas que debe adoptar la población
La población general, y en particular quienes trabajan en granjas avícolas y los ganaderos, debe tener en cuenta estas directrices:
Evitar la exposición sin protección a animales enfermos o muertos, incluidas las aves silvestres, de corral, otras aves domésticas, además de animales con infección confirmada o sospechosa de este virus.
Usar equipo de protección personal (EPP) en caso de entrar en contacto con estos animales, así como con sus heces, basura u objetos probablemente contaminados.
No preparar ni comer alimentos crudos o poco cocidos.
Las personas expuestas o que podrían estar infectadas deben estar controladas para detectar posibles síntomas de la enfermedad durante 10 días después de la última exposición.