En diversos países se utiliza desde hace años un suplemento herbal para los cólicos del lactante. Es el denominado Gripe water, que inicialmente contenía algo de alcohol. Los preparados actuales se componen de una mezcla de extractos de plantas: bicarbonato de sodio, aceite de semilla de eneldo, aceite de hinojo y jengibre, fundamentalmente. Se administra a los bebés para calmar las molestias digestivas y muchos padres aseguran que supone un alivio. Sin embargo, los pediatras advierten de los riesgos que presentan estos productos que se venden sin necesidad de prescripción médica, tal y como alertaron en su día del uso de anís estrellado.
Qué es el cólico del lactante
Los cólicos del lactante, según informa la Asociación Española de Pediatría (AEP) en su web En familia, se definen como “episodios recurrentes y prolongados de llanto intenso o irritabilidad, que suceden sin una causa aparente y que los cuidadores no son capaces de resolver”.
Es normal que los bebés lloren en diversos momentos a lo largo del día. Es su forma de expresar que tienen hambre, frío, calor o algún tipo de incomodidad. También lo hacen para reclamar la atención de sus padres o cuidadores. En esos casos, generalmente dejan de llorar cuando se atienden sus demandas. Cuando no es así es cuando se puede hablar de un posible cólico del lactante, sin que en muchos casos se pueda confirmar.
De hecho, no se conoce bien la causa de estas crisis de llanto que por norma general se inician a partir de los 15 días de vida, son más frecuentes en torno al mes y medio y tienden a desaparecer a los 4 meses de edad. Se han sugerido varias posibles explicaciones: excesiva estimulación del bebé, cambios constantes en su rutina diaria, cansancio o problemas digestivos, entre otras.
Síntomas característicos
Los cólicos del lactante tienen un inicio repentino, son más habituales durante la tarde-noche y pueden prolongarse durante un tiempo muy variable: desde minutos hasta varias horas. Es frecuente que el bebé encoja las piernas sobre el abdomen, cierre los puños y tenga la cara enrojecida por el esfuerzo. Cuando deja de llorar, vuelve a tener un aspecto totalmente normal.
Qué hacer para aliviar los cólicos del bebé
El hecho de que se desconozcan las causas exactas de este tipo de llanto inconsolable dificulta enormemente las medidas que se pueden adoptar. Según explican los pediatras de la AEP, “no existen remedios universales para los cólicos del lactante”. Hay que armarse de paciencia y tranquilidad porque no es nada grave en la gran mayoría de los casos. “Es importante entender que es un trastorno benigno que acaba desapareciendo por sí solo con el tiempo”, resaltan. Acudir al pediatra permite “descartar que el llanto se deba a otro tipo de problemas o a alguna enfermedad”, pero es difícil encontrar una solución eficaz y rápida.
Estas son algunas de las recomendaciones para aliviar los cólicos:
El contacto físico es esencial. Coger al niño en brazos para que se relaje, mecerlo, hablarle, cantarle, acariciarlo…
Un masaje en la tripa, flexionarle las piernas sobre el abdomen y ponerlo en posición prona (boca abajo sobre el regazo o el brazo de alguno de los padres).
Se puede recurrir a un baño relajante o sacarle de paseo.
Si el bebé hace las tomas con mucha avidez es posible que trague mucho aire. Para ayudarle a eliminar los gases es conveniente sujetarlo en posición vertical unos minutos después de comer para que pueda expulsarlos eructando.
Por qué los pediatras no recomiendan ni ‘Gripe water’ ni otros productos
Los pediatras advierten que, “aunque existen diversos medicamentos y productos de parafarmacia comercializados para los cólicos del lactante [como el Gripe water], su eficacia es más aparente que real, similar a la que se consigue usando un placebo, pues los cólicos también se interrumpen y acaban desapareciendo por sí solos”. Lo mismo sucede con las infusiones o los productos homeopáticos. Es más, algunas plantas naturales, como el anís estrellado, “pueden ser peligrosas, pues administradas en exceso provocan intoxicaciones graves”.
Diversas publicaciones en revistas científicas inciden en esta misma línea. Por ejemplo, un estudio publicado en 2015 en Journal of Clinical & Diagnostic Research llegó a la conclusión de que la administración de Gripe water “sigue siendo un desafío importante que frustra la lactancia materna exclusiva”. Además, “no parece prevenir los cólicos del lactante y, por otro lado, puede asociarse con vómitos y estreñimiento”. En opinión de los autores de esta evaluación, “es necesario eliminar los conceptos erróneos que prevalecen entre los progenitores mediante un asesoramiento eficaz para que sean conscientes de las prácticas de alimentación seguras y saludables que deben adoptar para alimentar a sus bebés”.
La interferencia de este tipo de productos en la buena marcha de la lactancia materna es reseñada en otro artículo publicado en Journal of Pharmacology and Pharmacotherapeutics: “A los recién nacidos no se les debe administrar ningún tipo de comida o bebida aparte de la leche materna, a no ser que lo indique el médico”. Lo mismo puede aplicarse en el caso de aquellos bebés que son alimentados con leche de fórmula. Dar a los lactantes otros productos puede retrasar e, incluso, frustrar el establecimiento de la lactancia materna, que la Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda que sea el único alimento durante los primeros seis meses de vida.
Bibliografía
En Familia. Cólicos del lactante. (2023) Asociación Española de Pediatría
Jain K, Gunasekaran D, Venkatesh C, Soundararajan P. (2015) Gripe Water Administration in Infants 1-6 months of Age-A Cross-sectional Study. Journal of Clinical Diagnostic Research. DOI: 10.7860/JCDR/2015/13727.6738
Adhisivam B. (2012) Is gripe water baby-friendly? Journal of Pharmacology and Pharmacotherapeutics. DOI: 10.4103/0976-500X.95544