27 julio, 2024

Qué es la fascitis necrotizante, la infección grave que ha sufrido Àngel Llàcer


Después de haber sido infectado por la bacteria Shigella, Àngel Llàcer ha vuelto a ser noticia por sufrir una fascitis necrotizante, una infección grave que afecta a las partes blandas y que “progresa rápidamente en el organismo pudiendo llegar a causar una afectación sistémica de alta mortalidad”, así lo señalan expertos del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Complejo Asistencial de Zamora, y autores del documento Fascitis necrotizante. Diagnóstico y tratamiento a propósito de un caso.
Puede afectar a cualquier parte del cuerpo, siendo más frecuente la aparición en extremidades, periné y tronco. 
Se trata de una enfermedad rara, ya que su incidencia se estima entre 0.3 y 15 casos por cada 100.000 habitantes, aunque, como apuntan los autores, “podríamos asumir un infradiagnóstico de la misma debido a la dificultad que nos encontramos para llegar a él”. A pesar de ser tan rara, tiene una mortalidad muy elevada que se “sitúa en un 25-35%”, y que puede ser mayor si no se detecta y trata a tiempo. 
De hecho, según los autores, “es determinante para el pronóstico del paciente la detección precoz, con el consecuente tratamiento inmediato”.

¿Por qué aparece?

La causa más frecuente es la “polimicrobiana” pero hay otros factores de riesgo como “las lesiones traumáticas, procesos quirúrgicos, diabetes y alcoholismo entre otros”. 
María Teresa Fernández Martín, Teresa Guerra Garijo, Marta Álvarez García, Carmen Castaño Yubero del Hospital Río Hortega (Valladolid) y miembros de la Sociedad Española de Radiología y Urgencias, señalan que hay dos formas de fascitis necrosante: 
La polimicrobiana (la más frecuente), que se trata de una infección sinérgica de microorganismos aerobios y anaerobios.
 
La forma monomicrobiana (fundamentalmente secundaria a estreptococos) en pacientes inmunocompetentes. 
La infección comienza “afectando a la piel y desde ahí se disemina y profundiza hacia tejido celular subcutáneo y fascia superficial, llegando ocasionalmente a la fascia profunda, pudiendo producir toxicidad sistémica”, en los casos más graves. 
La supervivencia, recuerdan los expertos, “va a depender principalmente del precoz diagnóstico y tratamiento del episodio”.

Síntomas de la fascitis necrosante

Se trata de una enfermedad de difícil diagnóstico precoz ya que los primeros síntomas no son muy graves. Entre los más habituales podemos encontrar síntomas locales como:
Dolor
 
Edema de la zona
 
Eritema
 
Anestesia cutánea
 
Ampollas
 
Despegamiento del tejido celular subcutáneo (de aspecto pálido o verdoso) de la fascia. 
Como describen los autores del documento Actualización en fascitis necrotizante, de la Fundación Española de Reumatología, hay tres estadíos para definir la evolución clínica de esta enfermedad: 
En una primera fase aparecen los signos inflamatorios locales cutáneos, y lo más llamativo es el dolor. En el 20% de casos aparece un síndrome seudogripal, y en el 10% puede existir un eritema escarlatiniforme.
 
En un segundo estadio pueden aparecer ampollas o flictenas, induración cutánea y fluctuación. La presencia de ampollas es un dato muy específico pero poco sensible; aparece tan solo en el 25-30% de los casos y suele traducir una extensa destrucción tisular. Su contenido es inodoro en infecciones estreptocócicas y fétido en el caso de infecciones por anaerobios.
 
En una tercera fase las ampollas se rellenan de contenido hemorrágico, la destrucción de las fibras nerviosas produce anestesia cutánea, la presencia de gas en las infecciones por gérmenes anaerobios da lugar a crepitación y aparece necrosis cutánea. Algunos autores han estimado que durante esta tercera fase clínica de la enfermedad se produce una destrucción de hasta 4 cm2 de superficie cutánea cada hora.
Sin embargo, como recuerdan los expertos del Hospital de Zamora, “hay que tener en cuenta que, en algunos pacientes, las fases iniciales no se acompañan de ningún síntoma localizado y pueden confundir el diagnóstico con patologías benignas de la piel como irritación o inflamación autolimitada, apareciendo posteriormente la necrosis”.
Así mismo apuntan, “podrían aparecer signos y síntomas generales por la diseminación sistémica antes mencionada que en ocasiones podrían estar en relación con alteraciones vasculares”.
Por otra parte, también puede aparecer: una anemia de consumo, deterioro del estado de consciencia, fiebre, hipotensión (descrita en la práctica totalidad de los casos), coagulopatía, insuficiencia renal aguda, llegando en ocasiones a un estado de shock séptico e incluso fallo multiorgánico.
Los expertos destacan la relevancia de la afectación renal “tanto por su frecuencia como por el papel decisivo que juega en la precipitación hacia el fallo multiorgánico”.

Tratamiento y cirugía

El tratamiento de la fascitis necrotizante es muy amplio e incluye medidas diferentes todas ellas dirigidas a eliminar el tejido necrótico por la falta de aporte sanguíneo. Así, entre otras opciones, “comprende medidas de soporte hemodinámico, la retirada del tejido necrótico precoz a través de cirugía y el tratamiento con antibióticos”. La amputación de la extremidad es necesaria en el 20% de los casos de fascitis necrotizante de las extremidades. 
Además, se le suman las medidas de cuidado generales cuando sean necesarias como:
Elevación e inmovilización del miembro afectado
 
Sedación
 
Analgesia con opiáceos
 
Diálisis en presencia de acidosis o hiperpotasemia grave
 
Nutrición parenteral
 
Corrección de las alteraciones electrolíticas
 

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