La tecnología láser ha revolucionado el campo de la dermatología, permitiendo tratar una amplia variedad de problemas cutáneos con precisión y eficacia. Desde la eliminación de manchas y cicatrices hasta la depilación definitiva, los láseres dermatológicos ofrecen soluciones adaptadas a diferentes necesidades.
Hay dos aspectos fundamentales que recordamos a los pacientes que acuden a nuestros centros de Clínica Dermatológica Internacional y Hospital Ruber Internacional de Madrid y Marbella para informarse sobre los distintos tratamientos láser: el invierno es la época ideal para realizar la mayoría de estos tratamientos y un diagnóstico previo de la lesión a tratar es esencial para garantizar la seguridad y eficacia de los resultados.
Cómo funcionan los láseres
Los láseres dermatológicos funcionan emitiendo una luz de una longitud de onda específica que es absorbida de forma selectiva por una molécula o “cromóforo” objetivo, como el agua, la melanina o la hemoglobina, presentes en la piel. Al absorber esta energía, el cromóforo se calienta y destruye de manera controlada la estructura donde se encuentra (como un folículo piloso, una mancha o un vaso sanguíneo) sin dañar el tejido circundante.
Tipos de láseres y sus usos principales
Láser de CO₂ (Dióxido de Carbono) y otros láseres fraccionados:
Rox Anderson, dermatólogo de Harvard, se inspiró en cómo la tinta de un periódico se distribuía en pequeños puntos o pixeles para diseñar lo láseres fraccionados, que, en vez de eliminar toda la piel, realiza pequeñas microperforaciones dejando zonas de piel sana entre ellas. Así se aumentaba la seguridad y la velocidad de recuperación. Estos láseres fraccionados son una herramienta poderosa para tratar cicatrices de acné, arrugas profundas y lesiones cutáneas benignas. Al vaporizar capas microscópicas de la piel, estimulan la regeneración de colágeno, ofreciendo una apariencia más suave y rejuvenecida.
Láser Alexandrita y Diodo:
Reconocidos por su eficacia en la depilación definitiva, estos láseres son especialmente útiles para pieles claras con pelo oscuro. Su longitud de onda penetra profundamente en el folículo piloso sin dañar la piel circundante. Como todos los láseres de depilación solo depilan el vello oscuro, es decir, el que tiene melanina.
Láseres vasculares, colorante pulsado y neodimio YAG:
Estos láseres son deales para tratar problemas vasculares como la cuperosis, arañas vasculares, varices o angiomas. El Neodimio tiene mayor capacidad de penetración para tratar lesiones más profundas.
IPL (Luz Pulsada Intensa):
Aunque técnicamente no es un láser, esta tecnología se emplea para tratar manchas solares, rosácea, venitas superficiales y el rejuvenecimiento cutáneo general. Su capacidad para abarcar múltiples problemas y su poca agresividad lo convierte en una opción muy popular.
Láser Q-Switched:
Este tipo de láser es excelente para la eliminación de lentigos (manchas solares) y tatuajes. Su acción rápida y precisa descompone los pigmentos sin afectar la piel.
Láser de Erbio Ultraclear:
Es lo último en tecnología láser. Produce una regeneración de la piel eliminando manchas, arrugas superficiales y cicatrices, tensando la zona y obteniendo una piel más sana. Al producir poco daño térmico la técnica no es dolorosa y la recuperación del paciente es más rápida.
¿Por qué el invierno es la época ideal para tratamientos láser?
La menor exposición al sol durante el invierno reduce significativamente el riesgo de hiperpigmentación o quemaduras, dos de los efectos secundarios más comunes en los tratamientos con láser. Además, la piel tiene más tiempo para regenerarse sin la agresión de los rayos UV, lo que garantiza resultados más seguros y efectivos. Por esta razón, muchos dermatólogos recomiendan planificar estos procedimientos entre los meses de noviembre y mayo.
La importancia del diagnóstico previo
Recuerdo un paciente que venía de otro centro donde había realizado 4 sesiones de láser para eliminar una mancha en la cara. Cuando valoramos al paciente comprobamos que se trataba de un melanoma, que tuvo que ser extirpado quirúrgicamente. Antes de someterse a un tratamiento láser, es crucial realizar un diagnóstico médico para identificar correctamente la lesión o problema cutáneo a tratar. No todas las lesiones pueden o deben ser tratadas con láser; por ejemplo, ciertas manchas pueden ser indicativas de problemas más graves como cáncer de piel. Un diagnóstico adecuado permite al dermatólogo seleccionar el láser más apropiado, ajustar los parámetros y minimizar los riesgos asociados.
Los láseres dermatológicos son interesantes aliados en el cuidado de la piel, siempre que se utilicen con conocimiento y precaución. Aprovechar los meses con menor exposición al sol para realizar estos tratamientos maximiza la seguridad y la eficacia. Nunca debemos subestimar la importancia de un diagnóstico previo adecuado.