Hay alimentos que salvan el día. Bueno, más que alimentos, la rapidez con la que se preparan. Los vasitos de arroz son un ejemplo. Es la respuesta muchas veces a qué comer cuando al llegar a casa tras una agotadora jornada las ganas de preparar cualquier cosa brillan por su ausencia. Se abre ligeramente la tapa del envase, un minuto en el microondas y… ¡voilá! Acompañado de cualquier otra cosa, ya está la cena resuelta. Sin embargo, ¿son igual de saludables estos productos que el arroz que hay que hervir? ¿Se trata de una opción a la que se pueda recurrir de forma diaria?
Erika Maestro, dietista-nutricionista del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA), aclara a CuídatePlus que estos vasitos tienen el mismo valor nutricional que el paquete de arroz convencional. “El problema está en los microplásticos. Hay evidencia científica suficiente que demuestra que es nocivo para la salud calentar la comida en el plástico”, advierte la experta. Por ello, continúa, “en estos casos, se debería calentar el arroz sobre un platito de cerámica o de cristal”.
Más allá de no utilizar el envase de plástico, Maestro indica que para que este tipo de productos pueda entrar dentro de una dieta saludable, también habría que decantarse por aquellas marcas de vasitos que no incluyan un exceso de grasa ni de conservantes. “Al final, se usa más sal para conservarlos”, subraya.
Asimismo, estos arroces suelen incluir aceite de girasol. Aunque la nutricionista aclara que la cantidad del mismo es baja (alrededor de un 4%), recuerda que un abuso de este aceite puede llevar a la inflamación.
Por todas estas razones, Maestro determina que, si bien un vasito de arroz es una buena opción para incluir en la alimentación de vez en cuando, no se aconseja su consumo diario, tanto por los microplásticos que se pueden ingerir como por los aditivos que puedan tener.
Eso sí, “es cierto que lo que le ocurre a este arroz es que se forma el almidón resistente. Son cantidades mínimas, por lo que la reducción de calorías sería pequeña. Este sería un beneficio, tendría un poquito más de fibra”, señala.
Qué aporta el arroz
Como apuntan desde la Fundación Española de Nutrición (FEN), el arroz es una buena fuente de carbohidratos en forma de almidón, compuesto por amilosa y amilopectina. La proporción de cada una de estas dos sustancias es la que determina las características culinarias del producto: “A mayor proporción de amilopectina, más viscosos y pegajosos estarán los granos entre sí”.
Por otra parte, tiene un pequeño aporte de proteínas (7%) y contiene cantidades notables de niacina o vitamina B3 y vitamina B6. No obstante, aclara la FEN, “en la práctica, con su refinamiento y pulido, se pierde hasta el 50% de su contenido en minerales y el 85% de las vitaminas del grupo B”.
Entre las diferentes opciones que ofrece el arroz, ‘‘el blanco está más demonizado porque realmente lo que nos aporta son calorías en forma de almidón, pero es que las calorías también las vamos a necesitar. Si nos encontramos con una persona que tenga un gasto calórico importante como la población infantil o los deportistas, pues será necesario un alto consumo de arroz blanco’’, detalla Maestro. En cambio, concluye, ‘‘una persona sedentaria, que pase muchas horas sentada en una oficina, es mejor que se decida por un arroz semiintegral o integral, ya que la absorción de azúcares será menor’’.