De la ciencia ficción a la realidad. El puente que permite cruzar de lo primero a lo segundo es la reproducción asistida y, más en concreto, los avances en este campo. Sobre los mismos se ha centrado el 11th International IVIRMA Congress, que ha reunido a más de 1.400 profesionales en Barcelona para abordar las últimas novedades de la medicina reproductiva.
El congreso se ha enfocado en esta ocasión en el uso de la inteligencia artificial (IA) y en cómo esta puede ayudar a las decisiones clínicas. Un ejemplo: predecir a través de varias características del paciente qué posibilidades tiene un ovocito de que llegue a ser un embrión viable. ¿Cómo se traduce esto? En una mejora de la experiencia del paciente y, sobre todo, en acortar el tiempo para lograr el embarazo.
‘‘Nos interesa mucho el uso de la IA para saber qué ovocito es mejor. La mujer puede pasar por dos ciclos de fecundación in vitro (FIV) hasta que queda embarazada. Aunque el primero puede ser un aprendizaje, a veces tarda cinco o seis meses. Si quitamos ese tiempo de la ecuación, conseguir ese embarazo medio año antes es para el paciente una revolución’’, ha detallado Denny Sakkas, director científico de IVI RMA Norteamérica y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
Por su parte, Juan Antonio García Velasco, catedrático de Obstetricia y Ginecología y director científico de IVIRMA, ha coincidido en que este campo ‘‘está avanzando a un ritmo trepidante’’. Según el último registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el 11% de los niños que nace en España es debido a un tratamiento de reproducción asistida, ‘‘señal de la demanda que hay y parte de la solución ante el reto demográfico al que nos enfrentamos’’.
Todo ello, además, repercute en la salud mental de la pareja, pues es común que deba lidiar con el estrés y la incertidumbre que conllevan estos procesos. Según García Velasco, ‘‘todo lo que la tecnología nos haga más fácil, va a reducir la ansiedad. El médico podrá orientar con mayor precisión y menor variabilidad’’. Asimismo, la IA no sólo mejora los resultados, sino que reduce complicaciones. Así lo ha subrayado Agustín Ballesteros, presidente de esta edición del congreso y director de IVI Barcelona: ‘‘Ahora, por ejemplo, se puede evitar el embarazo múltiple, cosa que antes no era factible’’.
Los expertos han aludido también a la accesibilidad, fundamental para los pacientes. En este sentido, han explicado que una paciente puede hacerse un análisis de sangre sin necesidad de agujas (a través de un dispositivo en forma de pegatina en el brazo que pueda recoger el plasma) desde casa. Lo mismo se puede hacer con las ecografías. ‘‘Son cosas que ya son una realidad, sólo que habrá que implementarlo en el día a día’’, ha indicado García Blasco, quien ha insistido en que, en definitiva, se busca ‘‘no traer el paciente a la clínica, sino trasladar la clínica a casa’’.
Generación de ovocitos y maduración in vitro
Uno de los grandes ejes del congreso gira en torno a los últimos avances en biología de células madre e ingeniería de tejidos, que han permitido seguir desarrollando la gametogénesis in vitro (IVG), un campo innovador que busca generar gametos funcionales (espermatozoides y ovocitos) a partir de células madre.
Los estudios publicados que trabajan en modelos de ratón han demostrado la generación exitosa tanto de espermatozoides como de óvulos a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPSCs) y de células madre embrionarias (ESCs). “Aunque los hallazgos en ratones han sido todo un éxito, trasladar estos hallazgos a aplicaciones humanas sigue siendo un desafío. Se han logrado grandes avances en el desarrollo de esperma, pero todavía no se han generado ovocitos humanos completamente maduros’’, ha resaltado Dallas.
La maduración in vitro (IVM) es otro de los grandes ejes de investigación del trabajo presentado en el congreso. Esta técnica implica la recolección de ovocitos inmaduros directamente de los ovarios para cultivarlos en un laboratorio, donde pasan por un proceso de maduración en un ambiente controlado. Tal y como ha informado el experto, “la IVM es particularmente beneficiosa para mujeres con síndrome de ovario poliquístico o que están en riesgo de desarrollar síndrome de hiperestimulación ovárica. Ofrece una opción menos invasiva y más natural para la recolección de óvulos, reduciendo el riesgo de complicaciones asociadas con la terapia hormonal”.