9 diciembre, 2024

Resfriado, gripe A, covid, neumonía, VRS… ¿por qué no me recupero?


Si tienes la sensación de que te resfrías constantemente y que siempre estás enfermo o resfriado, no te preocupes porque es algo más frecuente de lo normal. Y es que, según informa a CuídatePlus, Raimundo Seguí López-Peñalver, docente del Máster en Epidemiología y Salud Pública de la Universidad Internacional de Valencia, “la tasa de resfriados (y en general de infecciones respiratorias agudas) ha aumentado en los últimos años”. Según los datos del Instituto de Salud Carlos III, en la temporada 2022-2023 la tasa de infecciones respiratorias agudas fue de casi 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, un 107% más que en la temporada 2021-2022. ¿Las causas? para el experto están claras. 
Este aumento “se debe a multitud de factores, en muchas ocasiones de forma sinérgica, entre los que pueden encontrarse la disminución de las medidas de prevención de la covid (uso de mascarillas en personas y distanciamiento social); el cambio climático, que está favoreciendo la propagación de los virus respiratorio; el hecho de que los virus causantes del resfriado se hayan podido volver más virulentos, y cambios en el estilo de vida de la población (como pasar más tiempo en espacios cerrados, viajar más, mayor impacto del estrés en el día a día y en consecuencia un debilitamiento del sistema inmune…)”. 
Para el experto, lo que está claro es que ese malestar continuo y “eterno” no se debe sólo al resfriado. De hecho, es prácticamente imposible enlazar un resfriado con otro y estar constipado dos o tres meses seguidos. Esto “no es posible”, asegura el experto, “dado que un resfriado suele durar de 7 a 10 días (solo en algunos casos se alarga hasta 2 semanas), con lo que a partir de las 2 semanas ya hay que sospechar de otras afecciones como la gripe, la sinusitis o la alergia”.
Esa sensación de estar constantemente resfriados puede deberse, por ejemplo, “a las infecciones recurrentes, ya que al existir más de 200 virus causantes de esta enfermedad, se puede contraer más de un virus (bien sea al mismo tiempo o en distintos momentos a lo largo del año)”, indica Seguí López-Peñalver. Pero también “puede estar tratándose de otro problema de salud que nos haga confundirlo con el resfriado o en el caso de existir problemas de salud subyacentes, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la diabetes, se puede ser más propenso a la infección”, aporta. 

¿Cuántas veces podemos resfriarnos al año? 

De forma natural, señala a CuídatePlus Juan Antonio Márquez Vácaro, médico del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, en Madrid, “los adultos sanos suelen resfriarse de 2 a 3 veces al año, con una duración aproximada de entre 5-7 días”. Por el contrario, en los niños, “la cifra puede aumentar hasta los 10 resfriados anuales”, señala el experto de la Universidad Internacional de Valencia.

¿Cuáles son los síntomas de un resfriado?

El resfriado es una de las infecciones virales de las vías respiratorias superiores (nariz, garganta y parte posterior de la nariz) más comunes a nivel mundial y que afecta a personas de todas las edades. Comúnmente “la sintomatología aparece entre 1 y 3 días después de haber estado expuestos al virus, y suele consistir en estornudos, congestión y secreción nasal, tos, dolor de cabeza, cansancio y dolor muscular y en menor medida fiebre”, señala Seguí López-Peñalver. 
La duración de este proceso normalmente es de “entre una semana y 10 días”, con una recuperación que, por norma general, “es completa y no genera complicaciones si se toman medicamentos para aliviar sus síntomas, dado que no existen tratamientos para la enfermedad en sí”. Hay que señalar que “se conocen más de 200 virus distintos que pueden causar un resfriado, pero los más comunes son los rinovirus, los coronavirus y los parainfluenza”. 

¿Con qué otros problemas de salud se puede confundir un resfriado? 

Por el mero hecho de desencadenar sintomatologías muy similares, “es frecuente confundir el resfriado común con otras patologías (infecciosas y no infecciosas), como por ejemplo la gripe (aunque ésta es más grave y con los mismos síntomas, pero de mayor intensidad), las alergias, la sinusitis, o algunas infecciones de tracto respiratorio como la bronquitis y la neumonía”.
En general, apunta el experto, “este tipo de patologías pueden diferenciarse por la duración y gravedad de los síntomas, así como por la presencia de otros signos diferenciadores”. Aunque no es lo habitual, es importante saber que “un resfriado podría complicarse con una infección bacteriana que intensificaría los síntomas y que podría llegar a requerir antibióticos”. Por este motivo, es importante consultar a un médico para que sea éste el que lleve a cabo el correcto diagnóstico por exploración física y acudir a urgencias “cuando hay fiebre elevada y mantenida, a pesar de antitérmicos; cuando hay tos persistente, sibilancias (pitos con la respiración) o falta de aire”, apunta Márquez Vácaro.  

¿Dónde hay más riesgo de contagio? 

En general, teniendo en cuenta la vía de contagio de estos virus, los lugares donde hay más riesgo de contraer un resfriado son “los espacios interiores con acumulaciones de personas y mala ventilación en los que la propagación del virus se ve facilitada, como escuelas y guarderías”, señala el experto universitario. Es importante señalar que, en este caso, “los niños son más propensos a contraer un resfriado que los adultos por el estado de su sistema inmune aún en desarrollo y por la mayor probabilidad de estar en contacto con otros enfermos”. 
Otros focos de infección son: “Oficinas, centros comerciales, supermercados, gimnasios, cines, aviones, autobuses, metros…” 

Consejos para evitar el contagio 

Generalmente, para los virus respiratorios y que se propagan por vía aérea, las medidas para evitar el contagio son:
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de tocar superficies que hayan estado expuestas a otras personas. Evitar el contacto cercano con personas enfermas manteniendo la distancia personal o usando mascarilla.
 
Si se está enfermo, quedarse en casa en la medida de lo posible para evitar infectar a otras personas.
 
Cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar con un pañuelo o con la parte interior del codo.
 
Mantener el entorno limpio y desinfectado (pomos de las puertas, manijas de los grifos, teléfonos…).
 
Mantener fortalecido el sistema inmune para ayudar al cuerpo a defenderse de las infecciones llevando una dieta saludable, haciendo ejercicio físico regular, cumpliendo con unas horas de sueño suficientes, reduciendo la exposición al estrés, y evitando el tabaco.
 

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