14 octubre, 2024

Resfriados en verano: síntomas, causas y qué recomiendan los expertos para tratar el malestar


Sí, en verano también nos resfriamos porque en verano también hay virus que nos atacan por lo que no es de extrañar que nos constipemos a pesar del calor. Como informa a CuídatePlus Rafael Cristóbal, internista del Hospital Universitario de Fuenlabrada, en Madrid, “un resfriado es una infección vírica de vías respiratorias altas (nariz y garganta) producida por varios tipos de virus, siendo el rinovirus el más frecuente, aunque no es el único” ya que también pueden producirse por “coronavirus o por el virus de la gripe”, entre otros, añade el experto. 
Es cierto que estos virus “originan brotes estacionales, principalmente en otoño y a finales de primavera”, pero también es posible que aparezcan en verano, aunque “son menos frecuentes al circular menos los virus responsables”, señala Antonio Zapatero, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Fuenlabrada. Pero, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, hasta un 20% de los cuadros catarrales, laringitis, faringitis o procesos bronquíticos se producen en verano.
Esto, informa Cristóbal, se ve potenciado por los siguientes factores:

 Climas fríos: con las bajas temperaturas las personas tendemos a encontrarnos más tiempo en espacios cerrados (tanto por la temperatura como por el desarrollo de actividades propias del invierno – escolaridad, trabajo) y con las ventanas cerradas. Se trata de ambientes poco ventilados, donde es más fácil la propagación de los virus.

Baja humedad en el aire: el aire frío y seco provoca sequedad en las mucosas respiratorias, lo que también facilita las infecciones víricas. 

Factores que pueden influir en la incidencia de resfriados en verano son “el uso de aires acondicionados, ya que resecan las vías respiratorias; la realización de actividades en espacios cerrados y los cambios en la rutina y estrés, que pueden debilitar el sistema inmunitario incrementando la susceptibilidad a infecciones”, señala Cristóbal.  

Cómo se contagia un resfriado

El virus del resfriado , informa Zapatero, “entra en el cuerpo a través de la boca, los ojos o la nariz”.
El virus puede contagiarse de las siguientes maneras:

• Gotitas en el aire cuando alguien que está enfermo tose, estornuda o habla.

• Contacto directo con una persona resfriada.

• Compartir objetos con el virus, como platos, toallas, juguetes o teléfonos.

• Tocarse los ojos, la nariz o la boca después de haber estado en contacto con el virus.

Por tanto la prevención pasa, sobre todo, por “el lavado de manos regular y la limpieza de las superficies potencialmente contaminadas”. Además, “debemos evitar tocarnos nariz y ojos con las manos si han podido contactar con un enfermo o material expuesto”, recomienda Cristóbal. 
Adicionalmente, “la cobertura de la boca y la nariz con un pañuelo o con el codo al toser o estornudar así como el empleo de mascarillas, también es una medida que podrían evitar contagios”. En última instancia, “hay que evitar la exposición mediante aislamiento en casos seleccionados y el control de factores de riesgo siempre que sea posible”. 

Síntomas de un resfriado

Como apunta Zapatero, “en la mayoría de los casos, los síntomas del resfriado común aparecen entre 1 y 3 días después de la exposición al virus del resfriado” y estos suelen ser:

Congestión o goteo nasal.

Dolor o irritación de garganta.

Tos.

Estornudos.

Malestar general.

Dolor corporal o de cabeza leve.

Fiebre leve.

La duración habitual de los síntomas, señala Cristóbal, “es de unos 7-10 días, con un periodo de incubación previo de 2 a 5 días, aunque la tos puede prolongarse hasta varias semanas”.
Es importante saber que “ aunque no siempre tienen porqué producirse complicaciones, hay casos en los que sí pueden producirse el desarrollo de sinusitis tanto vírica como bacteriana, otitis media aguda, la exacerbación de patologías respiratorias crónicas como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma o fibrosis quística; o neumonía en poblaciones de riesgo (niños o ancianos)”.

Cómo se trata un resfriado

Lo primero que hay que saber del tratamiento del resfriado es que es “sintomático” y que “el empleo de antibióticos queda únicamente reservado para aquellos casos en que exista sobreinfección bacteriana; ya que los antibióticos no tienen efecto sobre los virus”.
No obstante, es importante reseñar que, “la recomendación de tratamientos farmacológicos, aun siendo para el control de los síntomas, deben ser supervisados por un médico, puesto que deben tenerse en cuenta distintos factores como son la edad, la existencia de alergias, presencia de otras enfermedades, tratamientos farmacológicos crónicos, etc.”, apunta Cristóbal.
Teniendo esto en cuenta, el tratamiento de base será “el reposo relativo, la toma de líquidos abundantes (hidratación) y, en caso de malestar, tomar algún analgésico tipo paracetamol”,  explica a CuídatePlus, José Miguel Rodríguez González-Moro, jefe del Servicio de Neumoloría del Hospital Universitario Príncipe de Asturias.

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