El retinol es una forma de vitamina A y es “uno de los ingredientes cosméticos indispensables en cualquier tipo de rutina cosmética”, informa a CuídatePlus Gema Herrerías, farmacéutica y experta en dermocosmética. ¿Por qué? Porque “ayuda a retrasar los signos de envejecimiento prematuro de la piel, así como a tratar pieles con acné o rosácea”.
Como explica en detalle la farmacéutica y experta en el cuidado de la piel, “los retinoides son los verdaderos transformadores de la piel porque favorecen la renovación celular, tratan las manchas y arrugas, la textura irregular, reducen el aspecto del poro y el exceso de sebo, además, estimulan la síntesis de colágeno y son antioxidantes”.
Tipos de retinol
El retinol, explica Herrerías, “es solo uno de los varios derivados de la vitamina A utilizados en productos cosméticos de cuidado de la piel, y hay varias formas que difieren en potencia, estabilidad y modo de acción”.
Así, entre todos la experta destaca el retinaldehído (o retinal) que, afirma, “es más potente que el retinol pero menos irritante”.
En cosmética también se emplean otras formas de vitamina A, “mejor toleradas por la piel pero menos potentes” y que son ingredientes cosméticos derivados de retinol como “retinil palmitato o derivados del ácido retinoico como la hidroxipinacolona retinoate o el sodium retinoyl hyaluronate”.
Además de estos, “con prescripción médica y en algunos casos como productos sanitarios también, están disponibles principios activos más potentes e irritantes como la tretinoína (ácido retinoico), el adapaleno o el tazaroteno”.
Cómo se debe usar el retinol
En cuanto al uso de este ingrediente, Herrerías recomienda “comenzar de forma progresiva y según tolerancia”.
Así, su recomendación es:
Iniciar el tratamiento por las noches
Usar las concentraciones más bajas
Aplicar poca cantidad de producto, en capa fina uniforme y evitando comisuras de labios, nariz y contorno de ojos.
En cuanto a los días que se puede utilizar para empezar, en general, su consejo es aplicar el retinol las dos primeras semanas, “solo dos noches y si no hay rojeces, se puede aumentar la frecuencia de tres noches en semana a todas las noches”.
La rutina de belleza sería la siguiente:
Noches alternas con retinol para dormir.
Mañanas: Complementar el tratamiento con protección solar y cosméticos hidratantes, calmantes y reparadores.
Cuánto tarda en hacer efecto
El tiempo que tarda en notarse los efectos del retinol puede variar dependiendo del tipo de piel, la concentración del producto y la frecuencia de uso. Así, informa la farmacéutica, “durante las primeras 4 semanas de uso, se percibe una ligera descamación y un aumento en el recambio celular y después de 6 meses las arrugas más profundas y las manchas de la edad disminuyen visiblemente”.
Qué pasa si uso retinol todos los días
Tal y como informa la experta en cuidado de la piel, “la aplicación de retinol a diario puede ser beneficioso para algunos usuarios, especialmente aquellos con piel resistente y con evidente envejecimiento”.
Hay que tener en cuenta que todo dependerá de la concentración que se use y de la tolerancia al producto ya que “cada piel reacciona de manera diferente”. Como informa, “productos con concentraciones más bajas pueden ser más adecuados para un uso diario, mientras que aquellos con concentraciones más altas pueden ser más propensos a causar irritación si se usan todos los días”.
Hay que saber que “algunas personas pueden experimentar sequedad, enrojecimiento, irritación o descamación cuando usan retinol diariamente, lo que puede requerir ajustar la frecuencia de uso”.
Qué tengo que saber si es la primera vez que uso retinol
Si se va a empezar a usar retinol por primera vez, es importante tener en cuenta varias recomendaciones para minimizar la irritación y maximizar los beneficios del producto:
Se recomienda empezar con una concentración baja y aumentarla gradualmente, así como usarlo por la noche de forma progresiva según tolerancia y aplicar protector solar durante el día, ya que el retinol al inicio puede aumentar la sensibilidad de la piel al sol.
Si hay que complementar la rutina diaria con un exfoliante como el ácido glicólico, el ácido salicílico, la gluconolactona o un peeling enzimático, no se deben iniciar a la vez ni sobre exfoliar, para evitar deteriorar la función barrera.
Una vez que nos hemos “retinizado”, es decir, habituado al uso del retinol sin irritación, se puede exfoliar la piel dos noches en semana no consecutivas.
Se debe prestar atención a cómo reacciona la piel. En caso de irritación severa, enrojecimiento, o descamación, se debe reducir la frecuencia de uso o descansar hasta que remitan los síntomas.
