16 abril, 2025

Sanidad alerta del riesgo de sobredosis por risperidona en niños con trastornos de la conducta


La risperidona es un antipsicótico de segunda generación (o atípico) que se utiliza para tratar la esquizofrenia y otras enfermedades psiquiátricas, como el trastorno bipolar. Se diferencia de los típicos, clásicos o de primera generación (como el haloperidol) en que presenta la misma (o mayor) eficacia con menos efectos secundarios. En la población pediátrica se emplea en el tratamiento sintomático a corto plazo (hasta 6 semanas) de la agresión persistente en los trastornos de la conducta en niños a partir de 5 años y en adolescentes con trastorno del desarrollo intelectual en los que la gravedad de la agresión u otros comportamientos perturbadores requieran tratamiento farmacológico. Según ha alertado en un comunicado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, existe el riesgo de sobredosificación con la solución oral (jarabe) que se administra a los niños.
El problema radica en una inadecuada admnistración de este medicamento, que con cierta frecuencia lleva a que los niños ingieran dosis muy superiores a las necesarias e, incluso, ha provocado casos de sobredosis accidental por errores en la interpretación de las instrucciones de uso.

Síntomas de la sobredosis de risperidona

Una revisión de las notificaciones de errores de medicación y sobredosis accidental con risperidona solución oral en niños y adolescentes, realizada por  Agencia Europea de Medicamentos (EMA), revela que la mayor parte de los casos notificados fueron graves (el 74%) y se produjeron en niños con una edad media de 8,8 años (el rango fue de 3 a 15 años).
“La causa más frecuente fue la interpretación errónea de los decimales en los dosificadores, con la consiguiente administración de 10 veces la dosis pautada, lo que puede deberse a que estos contengan volúmenes muy superiores a las dosis pediátricas (entre 0,25 y 1,5 ml), así como a la variabilidad entre los diferentes dosificadores”, advierte la agencia española.
Los síntomas más frecuentes de sobredosis por risperidona son los siguientes:
Somnolencia.
 
Sedación.
 
Taquicardia.
 
Hipotensión.
 
Síntomas extrapiramidales (movimientos involuntarios y problemas de control muscular en todo el cuerpo).
 
Prolongación del intervalo QT (trastorno que afecta al funcionamiento del sistema eléctrico del corazón y puede causar arritmias).
 
Convulsiones. 

Recomendaciones para evitar la sobredosificación de risperidona

Sanidad anuncia “que se van a reforzar los mensajes sobre el manejo de los dispositivos para pacientes y cuidadores en el prospecto” y hace las siguientes recomendaciones para evitar el riesgo de sobredosis con risperidona:
Sigue las instrucciones de uso indicadas en el prospecto. Presta atención al medir una dosis pequeña. Por ejemplo, en soluciones de 1mg/ml, para administrar 0,25 mg es preciso medir 0,25 ml (un cuarto de mililitro); para 0,5 mg es preciso medir 0,5 ml (medio mililitro).
 
No utilices un dosificador diferente al facilitado con el medicamento.
 
Después de cada uso, lava la jeringa o pipeta con agua y déjala secar al aire.
 
Si tienes cualquier duda, consulta con tu farmacéutico.

Otras precauciones al usar risperidona

Los expertos del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomiendan a los pediatras que, antes de prescribir risperidona a un niño o adolescente con trastorno de la conducta analicen “completamente las causas físicas y sociales del comportamiento agresivo, tales como el dolor o las condiciones ambientales inadecuadas”.
Respecto al efecto sedativo de este fármaco, señalan que debe ser “estrechamente controlado en esta población debido a las posibles consecuencias sobre la capacidad de aprendizaje”. 
Consideran también importante vigilar el posible aumento medio del peso corporal y el índice de masa corporal (IMC) en niños a los que se administra risperidona, y resaltan que el efecto a largo plazo “sobre la maduración sexual y la altura no se ha estudiado adecuadamente”.
Por otro lado, indican que durante el tratamiento con risperidona “debería también realizarse una evaluación regular de los síntomas extrapiramidales y otros trastornos del movimiento”.

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