El 28 de septiembre llega el primer show de la temporada 50 de Saturday Night Live, el programa de Lorne Michael que cambió para siempre la comedia mundial. Con hogar exclusivo en Universal +, plataforma que ha logrado una programación diferente (prueba es esta temporada), SNL vuelve. El mítico show que ha creado más carreras e íconos que las que una entrevista puede evidencia (de la a de Adam Sandler a la W de Kristen Wiig), y decenas de franquicias como pueden ser Coneheads, Wayne’s World, y muchas muchas más. De hecho, Mikey Day, parte del show escritor y como uno de sus principales comediantes -que se hizo viral la temporada pasado siendo el falso ButtHead al falso Beavis de Ryan Gosling-, cuenta en exclusiva a PERFIL sus primeros vínculos con el show del cuál hoy es uno de sus más importantes componentes: “Tenía 6 o 7 años, y vi una emisión de un episodio viejo en Nick at Night. Eran los Coneheads, y estaban en un sketch donde se los mostraba en el programa de entretenimiento Family Feud. Me voló la cabeza. ¿Qué era eso? Me acuerdo de reírme en voz alta. Un niño de seis años se reía a la par de los adultos. Puede que se rían de cosas distintas, pero muchas veces de la misma. No siempre recordas la primera vez que ves un show, pero aquí sí me sucedió”. Y suma: “Después de más grande, me encontré con Wayne’s World, con Mike Myers y Dana Carvey, y después vino la película con esos mismos personajes. Fueron dos momentos en los que SNL entró en mi vida”. —¿Hay una historia de Estados Unidos que puede verse a partir de los 50 años de “Saturday Night Live”? —Nunca lo había pensado así, pero es muy cierto, sin dudas. Hay una forma de entender nuestro país desde la comedia de Saturday Night Live, históricamente se ha hablado siempre de los políticos y las elecciones son uno de los epicentros de las temporadas que tienen en el horizonte una votación importante, por ejemplo, la que se viene ahora en Estados Unidos. Definitivamente todos miran a SNL a ver que va a hacer y que va a decir. Y cuando sucede, algo importante, todos miran a SNL a ver cuál será la respuesta, cuál será la forma en que se va a encarar tal o cual situación. Hay tantos shows ahora ahí, y toda la Internet comenta también cualquier cosa que sucede en la cultura popular, pero SNL está hace tanto ahí que es una voz de la que se espera que genere sentido de las cosas que son una locura. Hay una idea de que SNL nos permite procesar determinadas cosas. Por ejemplo, después del 11 de septiembre, del 11/9, se realizó el episodio en el cual se presentaron en vivo bomberos de la ciudad, Siempre ha estado ahí, SNL siempre ha acompañado al país en sus grandes cambios, en sus grandes tragedias. El show siempre ha estado ahí, por decirlo de alguna manera.
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—“SNL” tiene la fama de ser esta famosa máquina de caos hermosa gigante, de nombres que se convirtieron en íconos de la comedia pero siempre bajo la marca de la casa: ¿cómo se logra imprimir una huella personal en algo tan gigante, con tanta historia y con tanto en juego? —Lo bueno es que mientras haces el shows, los martes, el día que se escriben los sketches podes realmente escribir lo que queres. No hay mapa, no hay una guía, no hay reglas. Tan solo que sí hay alguna gente escribiendo algo en un rincón del estudio, mejor te mantengas lejos de ellos. Pero no es una orden marcial. Y podemos escribir lo que queremos, y obvio que no todo es gracioso a la hora de leer todos juntos en la mesa. Hay una chance, con un porcentaje muy alto, de que aquello que escribís pueda ser emitido en uno de los programas más famosos de la TV, y que va a ser visto por millones de personas. No deja de ser algo que vos escribiste. Entonces eso te permite que aunque no lo sepan, te vean. Es un gran lugar para ser un comediante en este momento. Los momento duros —¿Qué has aprendido de cuando un sketch fracasa? —Oh, mi dios. Y he tenido varios de esos. Te los acuerdas tanto como los éxitos, como las bromas que se hacen virales. Te los acuerdas, te lo juro. Pero hay un lado positivo, que viene con el tiempo: al principio te da terror fallar, te da terror que las cosas salgan mal. Tenes el ensayo, que es también con público, y después el show. Entonces en la pasada de ensayo, hay tres o cinco sketches más, que se tienen que caer, así que si algo no funciona, probablemente no llega al aire. Es raro el caso de algo que fracasó ya en la instancia del vivo. Pero ha pasado, claro que ha pasado. No recuerdo ninguno ahora, pero no es divertido estar ahí, ya vestido, listo, ensayando frente al público, hacer el chiste y que nadie se ría, escuchar el cuchicheo que viene de la oscuridad, porque lo que hiciste acaba de fracasar. Apenas unas risitas quizás. Y ahí entras a dudar, porque cuando escribís un sketch vos lo producís, entonces en la construcción de la escena para llegar al sábado, te ocupas de todo con los respectivos departamentos, entonces cuando algo fracasa, si sos permeable, te sentís muy responsable al respecto, con tristeza incluída. Es definitivamente más largo cuando haces algo malo. Cuanto más breve es mejor, otra lección. Cuando estás escribiendo pensas que todo lo que haces está buenísimo, y que todo tiene que estar ahí, pero con el tiempo vas aprendiendo a limitarlo, a que sea más corto.