Una persona le ofrece una copa de vino a otra para el último chín chín del año. ‘‘No bebo, gracias’’. La respuesta no es un ‘‘perfecto’’ o un ‘‘genial’’, sino un ‘‘cómo, qué, por qué’’. Se exige un motivo y, sin embargo, la pregunta debe ser otra: ¿por qué no querer beber alcohol parece tan extraño?
‘‘Siete de cada 10 españoles han bebido alcohol en el último año. Se trata de una conducta muy extendida en nuestro país. Hay unos determinantes comerciales muy claros a favor de su consumo y mucha publicidad a nuestro alrededor, directa e indirecta, que hace que esté muy normalizada esta práctica’’, responde a CuídatePlus Hugo López, vicepresidente de Socidrogalcohol.
Una adicción que dejar, una enfermedad, la toma de ciertos fármacos… son varias las razones que pueden esconderse tras ese ‘‘no bebo, gracias’’, pero hay una que nunca se tiene en cuenta: que simplemente no apetezca. En este sentido, la presión del entorno y la normalización de tener una copa en la mano han creado la figura del bebedor social, que, según lo define el Ministerio de Sanidad, es la persona que ‘‘habitualmente o de manera esporádica consume bebidas alcohólicas en situaciones sociales como en una celebración o después del trabajo o de un día duro para relajarse entre colegas o amistades’’.
‘‘Cuando alguien cuenta que no bebe, se puede sentir juzgada y presionada y, si tiene algún problema con el alcohol, angustiada’’, advierte López, quien subraya que, por ello, es importante que ni en los festejos navideños ni en cualquier otro evento social se anime a beber alcohol: ‘‘Es una conducta que no es buena para la salud, por lo que no es muy adecuado ni cuidadoso insistir a las personas que queremos en hacer algo que es malo para su salud. A nadie se le ocurriría hacerlo con el tabaco u otra sustancia’’.
¿Cómo actuar si alguien dice que no bebe?
En caso de que a alguien no le apetezca beber, no hay que darle la más mínima importancia. El vicepresidente de Socidrogalcohol cuenta que es clave no preguntar por los motivos, pues eso aumenta la presión.
En este punto, el experto lamenta que el alcohol se asocie con diversión y que acabar con esta idea es un tema complejo: ‘‘Tiene que haber legislaciones que vayan en torno a limitar la publicidad. Solo se vende la parte amable del producto, pero no los daños y las consecuencias’’.
Beneficios de no beber alcohol
Neuropsiquiátricas, cardiovasculares, digestivas… El alcohol se asocia a más de 200 patologías más allá del cáncer. Por ello, nunca está de más recordar las ventajas de limitar o evitar su consumo.
“Hay beneficios que son inmediatos, aunque hay otros a medio y largo plazo. Por ejemplo, la evidencia científica confirma que beber menos puede mejorar la calidad del sueño, la memoria y la claridad mental y reduce mucho el riesgo de enfermedades crónicas como hepatopatías, deterioro cognitivo, pancreatitis u osteoporosis”, resalta Benjamín Climent, presidente de Socidrogalcohol. Entre otros beneficios a nivel social, destaca menos lesiones, menos ahogamientos y suicidios, menos violencia, también violencia sexual y de género, etc.