21 abril, 2025

Si tienes problemas de estrés, los expertos recomiendan tomar estos alimentos que bajan el cortisol


Tratar de aliviar el estrés comiendo y bebiendo es una prueba de que tu apetito está descontrolado. Esta ansia te lleva a comer y beber en exceso y, por tanto, a aumentar el peso con todo lo que esto conlleva no solo en cuanto a verte mal, sino también incrementar los problemas de salud asociados a la obesidad, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, entre otras afecciones.  

Este comer por estrés en el que suelen apetecer dulces y otros alimentos nada saludables es lo que se conoce como hambre o alimentación emocional, explica Carlos Apocada, psicólogo nutricional y deportivo de la clínica Nutrium. En este caso, la ingesta de alimentos pierde su función de nutrición del organismo para pasar a ser una fuente de emociones positivas”. Es decir, que se come con el fin de “sentirse mejor o, o, aún peor, como método para huir de situaciones amenazantes que existen en mi entorno”.  

En nuestra cultura, la comida y la bebida suelen representar diversión, relajación y hacer cosas divertidas. Así que cuando nos enfrentamos a sentimientos negativos, comer emocionalmente también implica recurrir a la comida para intentar crear ese sentimiento agradable. 

Como distinguir el hambre emocional del físico 

Cuando sentimos hambre física no es algo que venga de repente como el hambre emocional, sino de forma gradual. Además, aparece después de unas horas sin comer y desaparece cuando has comido y estás lleno. Mientras que el hambre emocional no está relacionada con el tiempo y persiste a pesar de sentirse lleno después de comer. Cuando satisface el hambre física te siente lleno. En cambio, la emocional te provoca culpa.  

Alimentos que ayudan a aliviar el estrés y bajar el cortisol 

El estrés crónico aumenta tus niveles de cortisol, la hormona del estrés. Y esto aumenta la necesidad de tomar alimentos ricos en calorías, como galletas, helados o patatas fritas. “Existen muchos alimentos que han mostrado su capacidad para reducir el cortisol como pueden ser todos aquellos con altos contenidos en Omega 3: pescados grasos, nueces, semillas, así como legumbres, frutas y verduras, algunas infusiones…”, enumera Apocada. Y añade: “En general, podemos decir que aquello que asumimos como ‘alimentación sana’ es la que nos va a ayudar a disminuir los niveles de cortisol y a aumentar los de serotonina”. 

Sin embargo, el psicólogo señala que para solucionar este problema la persona debe resolver su problema de estrés: “Recomendar alimentos que nos ayuden a bajar el cortisol, sin enfocarnos en los problemas que están causando el estrés, consistiría en una medida cortoplacista en la que solamente estaríamos tratando de hacer desaparecer los síntomas, sin solucionar el problema que los está originando”.  

Para el experto resulta clave “analizar las posibles causas del estrés y centrarnos en posibles formas de afrontamiento, técnicas de relajación, etc.  y cambios en el estilo de vida que nos ayuden es ese proceso: ejercicio físico, meditación…”.  

Recomendaciones para no comer con estrés

El especialista aconseja, en primer lugar, aprender a detectar las situaciones donde ese comer por estrés se desencadena. “Poder parar el proceso en las primeras fases nos facilita las medidas a tomar. En este sentido, nos puede ayudar mucho el disponer de un diario de emociones”. 

Una vez hemos detectado que el proceso se ha puesto en marcha podemos tomar múltiples opciones:  

Hacer ejercicios de reenfoque atencional 

Técnicas de respiración 

Prácticas de atención plena 

Una sustitución saludable: “Puedo llevar conmigo un alimento saludable, frutos secos, por ejemplo, que me sirvan como elemento al que recurrir cuando el hambre emocional aparece. También puedo ayudarme de chicles o beber agua, pero esto siempre va a depender de qué circunstancia ayuda más a la persona”. 

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