9 febrero, 2025

Síntomas de la artritis reumatoide: la detección precoz, clave del éxito terapéutico


La artritis reumatoide es una de las enfermedades en las que el diagnóstico precoz tiene pleno sentido y es la clave del éxito. A pesar de que se trata de una patología crónica, instaurar un tratamiento eficaz cuanto antes frena las lesiones que ocasiona y reduce la alteración de la capacidad funcional. En definitiva, disminuye la discapacidad y mejora la calidad de vida.
Así lo expusieron los reumatólogos que participaron en el XIII Simposio de Artritis Reumatoide de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado en Gijón el 4 y el 5 de octubre. “El diagnóstico precoz de la artritis reumatoide depende, en primer término, de la sospecha, es decir, de la sintomatología”, declaró Jesús Babío, presidente del Comité Organizador Local del simposio y jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Cabueñes. Los síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades, pero se pueden realizar pruebas analíticas para esclarecer si se trata o no de esta patología. Puesto que la atención primaria es la puerta de entrada al sistema sanitario, señaló el especialista, “lo importante es que los médicos de atención primaria estén concienciados en cuanto a la patología inflamatoria y, en caso de sospecha, deriven rápido a los pacientes” a la consulta de reumatología.
“Se ha demostrado que, cuanto antes se comienza el tratamiento, más posibilidades hay de que la enfermedad se controle y el afectado pueda mantener su calidad de vida”, subrayó Marcos Paulino, Presidente de la SER y jefe del Servicio de Reumatología del Hospital General Universitario de Ciudad Real. 
En los últimos años se ha producido, en palabras de Babío, “un cambio en el panorama de la enfermedad como consecuencia de numerosos avances científicos que incluyen tanto la prevención como el diagnóstico precoz y el desarrollo de nuevos medicamentos, con un perfil cada vez más individualizado”. Entre otras innovaciones, ha sido especialmente relevante “el desarrollo y la implementación del tratamiento con fármacos biológicos”. Como herramienta terapéutica adicional a los tratamientos convencionales, estos medicamentos “han aportado enormes beneficios para los pacientes”.  

Qué es la artritis reumatoide

Se estima que aproximadamente 300.000 personas sufren artritis reumatoide en España y cada año se diagnostican unos 20.000 casos nuevos, según datos del estudio Episer, llevado a cabo por la SER. Esta enfermedad reumática causa inflamación articular y se caracteriza por ocasionar dolor persistente en las articulaciones de las manos, muñecas, codos, hombros, caderas, rodillas, tobillos y pies. El proceso inflamatorio crónico propio de esta patología también puede afectar a otros órganos, como los ojos, los pulmones o los vasos sanguíneos. Por eso, se engloba en el grupo de las ERAS (enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas).
Se produce porque el sistema inmune reconoce como extrañas determinadas partes de las articulaciones, dando lugar a una inflamación crónica. 
Su causa última puede achacarse a una interrelación entre unos condicionantes genéticos dependientes de múltiples genes y determinados agentes ambientales, entre los que el tabaco juega un papel muy significativo.
Esta enfermedad es más frecuente en mujeres y suele aparecer en la mediana edad. Por lo tanto, en la mayoría de los casos surge en personas que aún están en edad de trabajar y tiene un gran impacto sobre la actividad laboral.

Síntomas de alerta de la artritis reumatoide

Los síntomas que permiten sospechar la existencia de una artritis reumatoide suelen ser inespecíficos. Pero es importante conocerlos porque constituyen el punto de partida para realizar una buena exploración física, pruebas analíticas (como el factor reumatoide, el péptido cíclico citrulinado y varios parámetros inflamatorios), radiografías y, en caso necesario, ecografía musculoesquelética.
Con frecuencia la enfermedad comienza de forma lenta e insidiosa con manifestaciones generales que presentan otras enfermedades, como la fiebre o la astenia. Además, se puede presentar de muy diversas formas, que van desde las muy leves hasta las mucho más graves.
Entre otros síntomas de alerta de la artritis reumatoide, se encuentran los siguientes:
Dolor articular (que generalmente comienza en las manos), más intenso después del reposo y lo más típico es que duela especialmente por la mañana, en el momento de levantarse.
 
Sensibilidad, hinchazón y calor en ciertas articulaciones.
 
Rigidez o entumecimiento articular que dura más de 30 minutos.
 
Sensación general de rigidez en el cuerpo.
 
Cansancio o poca energía.
 
Fiebre baja ocasional.
 
Pérdida de peso.
 
Pérdida de apetito.

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