11 diciembre, 2024

Terapia de luz roja: qué es, beneficios y precauciones de uso


La terapia de luz roja o infrarroja tiene multitud de aplicaciones potenciales, pero no todas ellas están suficientemente evaluadas y su utilización no está exenta de riesgos. Por eso, es conveniente informarse y no usarla sin una adecuada indicación y supervisión sanitaria.
Este tipo de tratamiento emergente se basa en la utilización de lámparas que emiten luz roja e infrarroja, en el espectro entre los 600 y los 950 nanómetros (nm). Aunque todavía se desconocen los mecanismos exactos que están detrás de sus efectos en el organismo, se cree que actúa sobre las mitocondrias, popularmente conocidas como las centrales energéticas de las células. Esto se traduciría en un mayor dinamismo de ciertas reacciones metabólicas celulares, que en la piel y otros tejidos estimularía los siguientes procesos: 
Producción de colágeno, que aporta a la piel su estructura, fuerza y ​​elasticidad.
 
Mejor circulación sanguínea.
 
Reducción de la inflamación.

Luz roja para las enfermedades de la piel

En cuanto a las enfermedades y condiciones dermatológicas que permitiría tratar, estas son las más citadas:
Cicatrización de heridas.
 
Acné.
 
Reducción de arrugas.
 
Beneficios sobre la textura de la piel del rostro.
 
Psoriasis.
 
Rosácea.
 
Acné.
 
Eccema.
 
Reducción de la caída del pelo.
Dermatólogos y otros expertos insisten en que todavía no existen suficientes evidencias científicas para indicar esta terapia como primera línea en el tratamiento de las dolencias citadas. Así lo constata, entre otras, una revisión sistemática publicada en la revista Journal of Cosmetic Dermatology, que no halló ninguna mejora estadísticamente significativa de la terapia de luz roja respecto al tratamiento convencional del acné.

Tratamiento del dolor y rehabilitación de lesiones

La luz roja también está siendo objeto de una intensa investigación en otros ámbitos, como la reducción del dolor, las enfermedades reumáticas o la rehabilitación de las lesiones deportivas. Los resultados son muy dispares. Según un metaanálisis publicado en la revista European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education, la terapia con luz infrarroja se ha mostrado eficaz en la reducción de los niveles de dolor en pacientes con trastornos musculoesqueléticos, así como en la mejora del estado general de las personas con fibromialgia. Sin embargo, no aporta ningún beneficio en la recuperación muscular tras una lesión deportiva.  

Seguridad de la terapia de luz roja

En términos generales, se puede afirmar que, cuando se usa de forma adecuada, la terapia con luz roja es bastante segura, ya que no es invasiva y no presenta ningún tipo de toxicidad. A diferencia de la luz ultravioleta (UV), no se ha relacionado con un aumento del riesgo de cáncer.
Sin embargo, si se emplea de forma abusiva y sin una adecuada indicación, puede causar lesiones de la piel y los ojos (cuando no se protegen). Además, se desconoce la seguridad a largo plazo de los dispositivos que se emplean para aplicarla. 

Luz roja para la miopía, un tratamiento polémico

Diversos estudios científicos realizados en China y publicados en los últimos años sugieren que la luz roja podría servir para corregir la miopía en niños, que está aumentando de forma considerable en numerosos países. Los oftalmólogos piden precaución: se trata de un tratamiento experimental cuya eficacia aún no está probada y cuya seguridad ha sido muy cuestionada.
La Academia Americana de Oftalmología señala que los primeros estudios “parecen prometedores, pero a los oftalmólogos les preocupa que este tratamiento pueda ser perjudicial para la visión del niño si no se administra con cuidado”. En concreto, se ha apreciado que podría “causar daño en la retina”.
Se ha demostrado que este tratamiento “aumenta el flujo sanguíneo en los tejidos del ojo, pero se desconoce cómo funciona frente a la miopía”, exponen los expertos de la sociedad científica estadounidense.

Bibliografía

Wu, Y., Deng, Y., & Huang, P. (2021). Application of red light therapy for moderate‐to‐severe acne vulgaris: a systematic review and meta‐analysis. Journal of Cosmetic Dermatology. 20 (11), 3498-3508. DOI: https://doi.org/10.1111/jocd.14369

Christos Tsagkaris, Andreas S. Papazoglou, Anna Eleftheriades et al. (2022). European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education. Infrared Radiation in the Management of Musculoskeletal Conditions and Chronic Pain: A Systematic Review. 12(3): 334–343. DOI: 10.3390/ejihpe12030024

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