21 abril, 2025

¿Tienes problemas de memoria? Cómo salir de dudas


Muchas personas experimentan problemas de memoria, se preocupan y se plantean si sufren deterioro cognitivo, la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia. Plantean sus dudas a los médicos de atención primaria, quienes deben decidir qué hacer ante esas quejas subjetivas. Se denominan así, según explica Alberto Freire Pérez, coordinador del Grupo de Trabajo en Neurología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), porque “es el paciente el que cree que tiene esos fallos de la memoria”. Ante ello, la función del facultativo es “realizar pruebas para saber si esas quejas son reales o no”.
Debido al envejecimiento de la población, las personas viven más tiempo y los deterioros cognitivos, según el médico, “cada vez se ven con más frecuencia y son un motivo de consulta muy importante en atención primaria”.

¿Cómo saber si las quejas de memoria son patológicas?

Freire subraya que no todas las quejas de la memoria son patológicas. Por eso, la idea es “saber diferenciar quién tiene la probabilidad de tener realmente un trastorno de la memoria”. El diagnóstico certero lo hace el segundo nivel asistencial, es decir, la atención especializada, pero primaria se hace un cribado, es decir, detectar quién tiene más posibilidades de que esas quejas subjetivas de memoria se deban a una demencia.
Por lo tanto, cuando alguien acude por un problema de este tipo a su centro de salud, no siempre va a ser derivado a neurología. Y esto es así porque, según expone Freire, las quejas de memoria que “de verdad son patológicas son aquellas que, además, suponen una alteración de las actividades de la vida diaria”.
Las actividades de la vida diaria son las que nos permiten vivir de manera independiente tanto mental como físicamente dentro de la sociedad. Esto implica, entre otras acciones, ser capaz de “coger un transporte público, manejar dinero, hablar en sociedad… y que las alteraciones que puedan presentarse no impidan seguir viviendo de manera independiente”.

Pruebas para detectar problemas de memoria

El médico de primaria cuenta con herramientas para decidir qué quejas de memoria deben ser evaluadas por un neurólogo. Hasta no hace mucho, según cuenta el representante de la SEMG, “los profesionales de atención primaria teníamos unos test que nos resultaban complejísimos de manipular y de aplicar al paciente, al que le eran muy incómodos de realizar porque le generaban tensión”. Afortunadamente, el panorama ha cambiado radicalmente.

Test que puede realizar el paciente o su cuidador

Desde hace unos años la Confederación Española de Alzheimer (Ceafa) tiene en su web un test que puede hacer el paciente, pero lo ideal, según Freire, “es que lo haga su cuidador principal o alguien muy cercano a él”. Son dos test secuenciales que se hacen muy rápidamente, en los que hay que ir respondiendo a preguntas sobre cómo ha cambiado esa persona en los últimos años. Una vez cumplimentado, se obtiene una puntuación que sirve como orientación sobre si existe o no un trastorno palpable o no.

Test que efectúa el médico de primaria

“Esa puntuación se puede imprimir y entregársela al médico de cabecera, quien ya no tiene que consumir tiempo haciendo el test en la consulta”, indica el experto. Además, hoy en día los médicos de primaria disponen de test de memoria que se pueden realizar en menos de 6 minutos. Uno de los que más se utiliza es el desarrollado por el neurólogo Cristóbal Carnero, en el que se muestran al paciente 6 imágenes y se le pide que diga en voz alta los objetos que ve. A continuación se ocultan y se le pide que durante 30 segundos diga todos los nombres de hombre o mujer (el opuesto a su sexo) de los que se acuerde. Acto seguido, se le pide que cite nombres del otro sexo. Por último, se le insta a que vuelva a nombrar las 6 imágenes del principio. El evaluador va tomando nota de todo y con ello obtiene una puntuación que tiene un carácter orientativo.

Estudios para confirmar problemas patológicos de memoria

En los casos en los que la evaluación inicial del médico de primaria arroja una sospecha de problemas patológicos de memoria, es necesario hacer más estudios. “Lo normal en primaria es hacer una analítica porque hay una serie de trastornos de la memoria que se relacionan con déficits carenciales, como puede ser una anemia por falta de hierro, déficit de ácido fólico, algunos tipos de infecciones que pasan desapercibidas… para ver si ese deterioro de la memoria tiene una causa que puede ser corregible”.
Lo siguiente sería efectuar una prueba de imagen. “Lo ideal es hacer una resonancia cerebral por si hay algo en ese cerebro que esté ocupando espacio o si se trata de un cerebro atrofiado por la edad”, especifica Freire.
Si la analítica es normal, se aprecia un envejecimiento cerebral en las imágenes y efectivamente hay un trastorno constatable de la memoria, “es cuando hay que derivar al paciente al segundo nivel asistencial, que son los neurólogos”.
No hay que olvidar, según el representante de la SEMG, “que el deterioro cognitivo leve es una zona intermedia entre un envejecimiento normal y una demencia”, por lo que el paciente puede seguir viviendo de forma independiente, “y no tiene un tratamiento específico”. No obstante, existen medidas “para ralentizar ese deterioro y no están solo basadas en pastillas”, advierte el médico. “Los mejores resultados se logran con una combinación de terapias no farmacológicas”, resalta.

Fuente

Comparte esta noticia:

Otras noticias:

Noticias relacionadas