9 febrero, 2025

¿Tóxicos en las sartenes? Cómo elegir utensilios de cocina más seguros


Los estudios científicos sobre la presencia de microplásticos y compuestos químicos tóxicos en sartenes y otros utensilios de cocina generan a menudo sentimientos de impotencia y malestar en la población general, especialmente cuando se difunden de forma alarmista. 
Por ejemplo, la siguiente afirmación da pie a numerosos interrogantes: “Una investigación descubre que un pequeño rasguño en una sartén de teflón libera millones de compuestos químicos tóxicos”. ¿Qué compuestos? ¿Cuáles son los riesgos para la salud? ¿Podemos hacer algo para limitar el peligro? 
En este caso, los compuestos tóxicos son, principalmente, las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), presentes en estos utensilios, que han sido vinculadas a un mayor riesgo de cáncer, infertilidad y trastornos del desarrollo, entre otros posibles efectos. Se puede limitar el riesgo solo en parte, ya que las PFAS tienen múltiples usos industriales y, por ello, se encuentran en muy diversos materiales y en el medio ambiente. En el caso de los utensilios de cocina, es posible optar por materiales libres de ellas.

Qué son las PFAS y dónde se encuentran

Las PFAS constituyen, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), “un gran grupo de sustancias químicas artificiales utilizadas por sus propiedades resistentes al agua, la grasa y las manchas en productos tales como utensilios de cocina antiadherentes, envases de alimentos, prendas hidrorrepelentes y espumas para la extinción de incendios”. Asimismo, “las sustancias activas de los plaguicidas también pueden ser PFAS”.
Por lo tanto, estamos expuestos a estas sustancias a través de muy diversas fuentes, que se resumen en tres grandes bloques: los alimentos, los productos de consumo y el medio ambiente.
Son también conocidas como sustancias químicas eternas porque son extremadamente persistentes y resistentes a la degradación durante largos periodos de tiempo una vez que se han liberado al medio ambiente. 

El papel para envolver comida puede ser una fuente de PFAS. (Foto: Alamy/Cordonpress)

Riesgos para la salud de las PFAS

“El hecho de que estos compuestos puedan permanecer en el medio ambiente durante un largo espacio de tiempo aumenta la probabilidad de su presencia en los alimentos y suscita preocupación por su impacto a largo plazo en la salud humana”, reconoce la EFSA.
Una de las principales formas en que las PFAS contaminan los alimentos es acumulándose gradualmente en el agua, los peces, los mariscos, las plantas y los animales. Además, las PFAS pueden migrar desde los equipos de transformación de alimentos y los envases. Sin embargo, puntualiza la autoridad alimentaria, “esta contribución a la exposición humana es pequeña en comparación con las demás fuentes”.
Estos son los principales riesgos con los que se ha relacionado la exposición a PFAS a largo plazo:

Cantidad máxima de PFAS tolerada

En los últimos tiempos se están poniendo en marcha diversas medidas para reducir al máximo los niveles de exposición a estas sustancias. La EFSA estableció en 2020 una ingesta tolerable para cuatro de los PFAS más relevantes (ácido perfluorooctanoico o PFOA, sulfonato de perfluorooctano o PFOS, ácido perfluorononanoico o PFNA y ácido perfluorohexano sulfónico o PFHXS) de 4,4 nanogramos por kilogramo de peso corporal por semana. La evaluación consideró los efectos de estos PFAS en la respuesta del sistema inmunitario a la vacunación como el efecto más crítico para la salud.
En estos momentos, la EFSA está reexaminando los valores máximos recomendados de ácido trifluoroacético (TFA), una sustancia que se forma durante la descomposición de los PFAS. 
Por otro lado, la Unión Europea prohibió el uso de PFOAS desde julio de 2020. En los años previos, a pesar de que su uso seguía siendo legal, los fabricantes fueron eliminando paulatinamente esta sustancia empleada como pegamento en las sartenes de teflón y consignando la etiqueta “sin PFOA”.

Sartenes y otros utensilios libres de tóxicos

El principio de precaución es siempre un buen consejero. Dado que no es posible librarse totalmente de la exposición a estos compuestos tóxicos, está en nuestra mano intentar reducir su presencia en el día a día.
Para empezar, es conveniente utilizar sartenes y otros utensilios de cocina libres de PFOS o PFOAS. En general, se pueden considerar seguros los instrumentos de acero inoxidable, cerámica, vidrio y hierro fundido.
Asimismo, es aconsejable consumir menos comida envasada en papel o cartón resistente a la grasa, ya que estos materiales también contienen PFAS. 
En los cosméticos también puede ser aconsejable evitar estos compuestos tóxicos, consultando la lista de ingredientes para evitar los que contienen fluoro o PTFE.

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