26 diciembre, 2024

Los consejos de una experta para tener la casa fría en verano


La subida de las temperaturas hace que busquemos fórmulas para sobrevivir al calor. Las piscinas, las playas o los centros comerciales son opciones para refrescarse de forma puntual durante el día pero ¿qué ocurre durante la noche? ¿es posible dormir sin calor dentro de las casas cuando el termómetro marca los 30 grados en la calle durante la noche? 
El aire acondicionado es una opción pero no es la más saludable. De hecho, según el experto Luis Manuel Entrenas, jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, consultado por CuídatePlus “estos aparatos reducen la temperatura del ambiente, pero también disminuyen la humedad del aire, lo que conlleva diferentes riesgos para la salud, como sequedad de mucosas, irritación ocular, dolor de garganta, cambios en la voz, sequedad de la piel, irritaciones dérmicas, empeoramiento de algunas alergias, dolores de cabeza crónicos y sensación de fatiga”.
Por tanto, su uso debería ser puntual y evitable durante la noche. Teniendo esto en cuenta, ¿qué podemos hacer? Carmen Sánchez-Guevara, de la Universidad Politécnica de Madrid, nos da algunos consejos para lograrlo. En primer lugar, la experta señala qué factores son los que más influyen en el frío o el calor dentro de una vivienda. El primero de ellos, sin duda, es el clima: “En España hay una gran diversidad climática y el clima urbano es clave. El factor microclimático dentro de la ciudad también influye mucho en la demanda de energía de las viviendas” y, por tanto, en el calor que haga dentro de ellas.  
Además de esto, “su morfología y la orientación de las casas también son claves a la hora de que una casa sea más fría o más caliente ya que”, como explica, “no es lo mismo una vivienda con una única fachada que una vivienda con doble orientación en la que se puede producir ventilación cruzada”, por ejemplo.
También “es clave la altura de la vivienda ya que las últimas plantas siempre sufren mucho mayor sobrecalentamiento porque la cubierta recibe radiación todas las horas del día”. En resumen, “el hecho de ser la última planta, estar localizada en las áreas más cálidas de la ciudad, disponer de una única orientación, no tener aislamiento, no tener protecciones solares para el bloque de la radiación solar” son factores que convierten a la vivienda en una vivienda muy calurosa. 

Consejos para tener la casa fría

Dicho esto, si tenemos la mala suerte de vivir en un lugar y en un edificio o vivienda muy calurosa no nos quedará más remedio que poner en práctica algunos consejos que nos ayuden a bajar la temperatura del interior para soportar los días y las noches de mucho calor. 
Estos son los 5 consejos básicos de la experta:
Mantener ventanas y protecciones solares cerradas. 
 
Bajar las persianas ya que el bloqueo de la radiación solar tanto directa como difusa es clave para reducir las ganancias térmicas.
 
Producir poco calor en el interior (abstenerse de encender horno u otras fuentes de calor en la vivienda) 
 
Abrir las ventanas cuando la temperatura exterior es inferior a la interior. 
 
En casa usar ropa ligera, tomar comidas frías, ducharnos o usar toallas de enfriamiento.
Y es que, no solo hay que tratar de mantener nuestro hogar a una buena temperatura, la nuestra propia es todavía más importante. Por ello, es esencial hidratarnos constantemente, llevar una ropa adecuada o mojarnos las muñecas o el cuello. Son las zonas donde más se nota el pulso y desde donde bajamos nuestra temperatura corporal.

Aire acondicionado y ventiladores

En cuanto al uso del aire acondicionado, la experta recuerda que “para un uso efectivo lo ideal es aplicar todas estas estrategias y, antes de encender el aire, utilizar ventiladores dirigidos hacia la piel para facilitar la evaporación del sudor y reducir así la sensación térmica”. 
En cuanto a cuáles son mejores ventiladores si los de pie o los de techo, la experta explica que “los de techo suelen mejor opción ya que pueden abarcar más espacio de la habitación, sin embargo, requieren de instalación”. A favor de los de pie está que “puedes guardarlos cuando termina la estación cálida”. 

Aprovechar los extractores de calor 

Si bien su uso está destinado a eliminar el vaho del baño y el humo en la cocina, además de absorber en ambos lugares los malos olores; su funcionamiento también permite reducir el calor generado por el cocinado de alimentos o la ducha.  

Optar por las bombillas LED

¿Sabías que las luces incandescentes gastan un 90% de su energía en el calor que desprenden? Por eso, si aún no te has decidido, es un buen momento para cambiarte a las LED. Su ahorro energético y en la factura de la luz, entre sus muchas otras ventajas, hacen que te quedes sin excusas para no dar este paso. Asimismo, se trata de bombillas mucho más seguras que reducen de forma notable la posibilidad de sufrir algún accidente doméstico, puesto que funcionan mediante corriente continua de baja tensión. 

Ventilar al amanecer y anochecer

Son los momentos del día donde las temperaturas están más bajas, por lo que debes aprovechar para abrir las ventanas y puertas y dejar entrar el aire fresquito del exterior para que circule y ventile toda la casa.

Cambiar las sábanas

La casa, al igual que nosotros, necesita un cambio de armario en verano. Es el momento de guardar hasta el invierno que viene las mantas de pelo y lana, así como las sábanas de franela y sustituirlas por unas fresquitas de algodón.
Además, es recomendable retirar las alfombras y optar por colores claros antes que los oscuros, pues estos últimos retienen más calor que los primeros al absorber más energía de luz. La OMS sugiere también no utilizar cojines porque acumulan calor. 

Usar los electrodomésticos por la noche

Si puedes, enciende los aparatos eléctricos como el lavavajillas o la lavadora durante las horas menos calurosas del día. Estos dispositivos generan mucha energía que se libera en forma de calor. Un lavavajillas, por ejemplo, puede aumentar la temperatura hasta 2ºC. Otro consejo es cerrar las puertas de las habitaciones cuando estos electrodomésticos estén funcionando. 

Regar y tener a mano plantas

Es una forma natural, además de decorativa, de protegernos ante las altas temperaturas. Las plantas se encargan de absorber el calor y disminuyen, por tanto, la temperatura ambiente. El aloe vera, el helecho o el árbol de caucho son unas estupendas alternativas. Puedes plantar también enredaderas o buganvillas para que crezcan en la fachada de tu casa. Constituyen una buena barrera frente al sol. Por otra parte, si tienes jardín, terraza o patio, es preciso regar el suelo frecuentemente para refrescarlo, ya que es una parte que retiene mucho el calo

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