Empieza la vuelta al colegio, una etapa que puede ser muy estresante para los niños pero también para los padres. Son muchas las dudas que surgen ante la llegada de momento y son muchos los padres que no saben qué hacer para facilitar el momento y evitar que sus hijo lo pase mal dentro del aula. El neuropsicólogo y doctor en psicología Álvaro Bilbao aconseja, sobre todo, no hacer estas 4 cosas.
En primer lugar, recomienda a los padres evitar ofrecer mensajes que puedan reflejar miedo. El primer día de colegio es importante no utilizar expresiones que puedan “crear inseguridad” en el niño “como pórtate bien, haz caso al profesor o no pegues a ningún niño”. En su lugar, propone utilizar mensajes positivos como “juega mucho, haz muchos amigos o pásatelo genial”. Esta, señala, “es la mejor forma de que el niño entre en el aula cargado con energía positiva y entusiasmo”.
La segunda cosa que no debemos hacer como padres es llorar. Como señala Bilbao “aunque es prácticamente imposible no emocionarse cuando tus hijos van al cole por primera vez es importante no llorar delante de ellos y parecer fuertes”.
Por qué? Porque, como indica, “es un día para transmitir confianza, seguridad y calma a nuestros hijos ya que esta es la mejor forma de ayudarles”. Para conseguir esto, el experto recomienda “pensar en que hay que mostrarse alegres”, aunque sea sólo en ese momento, y aguantarnos las ganas de llorar hasta después de dejarles en clase.
El tercer consejo de Álvaro Bilbao es no mirar por la ventana. Si hemos dejado a nuestro hijo en clase, el mejor consejo es no mirar atrás ni asomarnos para ver cómo está. “Cuando un padre se asoma por la ventana corre el riesgo de ver a su hijo llorando, solo o con cara de perdido y desubicado y esto va a generar en él una angustia con la que se tendrá que ir al trabajo”.
Por otro lado, añade, “cuando un niño ve al otro lado de la ventana a sus padres puede pensar que siguen ahí fuera y que, al salir al pati, lo va a encontrar”. Además “el hecho de que te asomes dará al niño la percepción de que no confías del todo y sólo hará que se angustie más”. El consejo de Bilbao es “en cuanto el niño entre por la puerta, dar media vuelta y volver al trabajo, a casa o donde tengas pensado ir”.
El último consejo y no por ello menos importante es no llegar tarde. “Salir de casa tarde e ir con prisas hará que aumente nuestro nivel de estrés y puede suponer un problema para nosotros y para nuestros hijos”. Y es que, “cuando estamos estresados, nos enfadamos con más facilidad, gritamos con más facilidad, lloramos con más facilidad y decimos cosas que no queremos decir con más facilidad”.
Si tienes esto planificado y tu hijo o hija se tira el desayuno encima “te alegrarás de tener tiempo de sobra”, concluye.