Te apuntas al gimnasio, empiezas con ganas la primera semana, la segunda ya comienzas a faltar y, al final, lo acabas abandonando. ¿Te suena? Es un clásico. Se calcula que casi el 80% de las bajas en el primer semestre se produce en los dos primeros meses. En algunos casos puede ser por un problema real de tiempo, por ejemplo por cuestiones laborales. Pero en la mayoría de las ocasiones se debe a la ausencia de motivación o a que no se ha planteado bien el entrenamiento.
En opinión de Marcos Flórez, director de Estarenforma.com, entrenadores personales a domicilio y online, uno de las razones por las que muchas personas no saben “por dónde tirar” cuando empiezan a entrenar es que “la mayoría de los gimnasios ya no tienen entrenadores de sala que ayuden a sobrellevar esos momentos”.
El problema, señala el entrenador personal, es que “al entrenar solos autoprescribiendo nuestro entrenamiento o siguiendo los consejos de algún video de youtube o app de entrenamientos, es muy difícil saber si lo que haces es lo adecuado”. De hecho, la mayor parte de las veces, lo que pensamos que es lo más adecuado “en realidad no lo es”. Ahí es clave el papel del entrenador personal: “Un mismo entrenamiento para un mismo objetivo no da el mismo resultado en dos personas distintas”. Entre otros motivos, porque cambia “el biotipo de la persona”.
Consejos para elegir un buen entrenamiento
Si acudes por primera vez al gimnasio o lo retomas después de mucho tiempo sin entrenar, estos son los consejos de Flórez para no fracasar y terminar tirando la toalla:
Tener una hoja de ruta
Es importante contar con un entrenamiento diseñado de forma competente para tus objetivos concretos en función de cómo eres. “Contar con una hoja de ruta competente te dará la motivación necesaria para algunos momentos de flaqueza”, asegura el entrenador personal. “Recuerda esto: si entrenas de forma competente los resultados llegan y hay que tener en cuenta que lleva su tiempo”. Una buena idea para evaluar si progresas o no es tener marcadas “ciertas metas volantes”.
Entrenador personal para los momentos críticos
Otra opción es, según el experto, “contratar a un entrenador competente en esos momentos de flaqueza, que te sabrá valorar y meter en el camino correcto en solo un par de sesiones”. Una alternativa es “contratar a un entrenador online competente”. Flórez advierte del riesgo de dar con uno de los entrenadores “pseudo competentes” que proliferan en internet, pero “si das con uno bueno, no solo te programará el ejercicio, sino que también te acompañará en esos momentos de duda”.
Cuaderno de entrenamiento
Un truco muy útil es llevar un cuaderno de entrenamiento en el que se consigne tanto lo bueno como lo que hay que mejorar. “Debes anotar todo: qué has hecho, si has cumplido, tu percepción del esfuerzo que pones…”.
Variedad para mantener la motivación
Uno de los peores enemigos para quienes ya llevan tiempo entrenando y lo hacen de forma más o menos adecuada es la monotonía. Por ello, tal y como apunta Flórez, una de las claves del entrenamiento es “el principio de variedad: cambiar y avanzar en los entrenamientos”. Es lo óptimo para “mejorar y no hay mejor motivación que progresar”.
¿Entrenamiento en grupo, en pareja o con amigos?
Una de las propuestas habituales para sobrellevar las dudas y solventar la baja motivación es entrenar en grupo, algo que según el entrenador personal “ahora está muy de moda”. Sin embargo, cree que esta opción deja de lado uno de los principios básicos de todo entrenamiento: que “debe estar ideado para tus objetivos y características personales”. Por este motivo, considera que entrenar en grupo no es la opción ideal “a no ser que seas la persona tipo para la que está diseñada la sesión”.
En cambio, estima que resulta mucho más fructífero decantarse por un entrenamiento “en pareja o con amigos” en el que cada persona siga “su trabajo personalizado”.
Encuentra tu motivación
Por último, el entrenador personal insta a encontrar “la motivación intrínseca en los beneficios del ejercicio físico”. Si no es así, “plantéate encontrar una actividad o deporte que sea más de entretenimiento que de entrenamiento”. Al fin y al cabo, alega, “hay una infinidad de deportes que te aportarán muchos beneficios”. Pero, ante todo, “para que una actividad te ayude…hay que hacerla”.