25 abril, 2025

¿Cómo puede afectar mi embarazo a mi salud bucal?


Vaya por delante que la salud oral es algo que hay que cuidar siempre, en todas las etapas de la vida. Una buena higiene, consultas con el dentista… la teoría se sabe, la práctica falla más. Y si falla la práctica, aumentan los riesgos. También en el embarazo. 
”A veces los dentistas nos volcamos mucho en los cepillados, pero hay otros aspectos importantes, como la alimentación. Todo esto va a favorecer que las posibles alteraciones dentales que pueda provocar el embarazo sean menos”, ha destacado María Núñez, presidenta del Colegio de Dentistas de Lugo en el lanzamiento de la 5ª Campaña Salud oral y Embarazo, de la mano del Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española (FDE), y con la colaboración de la Asociación Española de Matronas y el patrocinio de Lacer. 
Así pues, una dirección bidireccional: embarazo y salud bucodental; salud bucodental y embarazo. Según la experta, las enfermedades más frecuentes en las mujeres que esperan un bebé son la caries, la gingivitis, la periodontitis, el granuloma y la erosión dental: “Por eso es tan importante que se acuda a revisión odontológica durante el periodo de gestación, para que el dentista detecte las posibles patologías, las trate e informe a la mujer sobre cómo prevenirlas”. 
Por su parte, Rocío García-Viso, matrona, ha comentado que en su consulta pocas mujeres preguntan por la salud oral a no ser que sufran un problema. En este sentido, ”el camino de las matronas es que cuando vemos una paciente en consulta hagamos un repaso integral de sus necesidades. Abordar que hay ciertos cuidados bucodentales que tienen que ver con el embarazo. Hablamos de acompañarla desde la prevención, desde la promoción de la salud”. 
Acerca de estos cuidados, las expertas reunidas han recomendado los siguientes: 
Cepillarse los dientes con pasta dentífrica fluorada, al menos, dos veces al día. No olvidar la higiene interdental. “Una buena higiene bucal durante el embarazo no sólo reduce el riesgo de caries e inflamación de las encías para la madre, sino que también previene la transmisión de bacterias orales al recién nacido. El dentista estará encantado de informarte sobre lo que debes hacer para mantener sanos los dientes de tu bebé”, ha asegurado Núñez. 
 
Cuidar la dieta, limitando los alimentos azucarados y las bebidas carbonatadas. Es preferible tomar frutas naturales que zumos comerciales. Se puede masticar chicle sin azúcar y con xilitol durante 15 minutos después de las comidas. 
 
En caso de tener náuseas y vómitos, se aconseja tomar pequeñas cantidades de frutas, vegetales, yogur y queso a lo largo del día. Después de vomitar, disolver una cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua, enjuagarse la boca y escupir. No se deben cepillar los dientes hasta que hayan pasado 30 minutos. El dentista indicará si se debe usar un colutorio con flúor a diario. 
 
Visitar al dentista, preferiblemente, en el segundo trimestre del embarazo.

Las ventajas de la lactancia materna

Otro de los temas que se han tratado en el coloquio ha sido la lactancia materna, la cual tiene numerosos beneficios, tanto para la madre como para el bebé:
Al succionar el pecho, se favorece el crecimiento de los maxilares, preparándolos para las siguientes etapas de desarrollo. El crecimiento inadecuado de la cara afecta a la respiración y, a su vez, una respiración inadecuada influye en el sueño, memoria y concentración. 
 
La posición de los labios en el pezón favorece el desarrollo perioral y la posterior pronunciación de los fonemas. 
 
Todos los músculos faciales se fortalecen durante los intervalos de succión. 
 
La dinámica de la cadena neuromuscular relacionada con la respiración, masticación, deglución y fonación, depende del amamantamiento. Todos los sistemas musculares están interconectados. 
 
Con el amamantamiento, el bebé va aprendiendo cómo tragar y respirar adecuadamente. 
 

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