El cáncer oral se sitúa entre los 10 tumores más frecuentes a nivel mundial. Los tumores malignos de la cavidad oral suponen un 4% del total de tumores malignos del organismo, y dentro de ese 4% un 90% corresponde a carcinoma oral de células escamosas, conocido como carcinoma epidermoide, que es el más común de los cánceres de cabeza y cuello, según explica Santiago Llorente, especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial y director médico del Centro de Cabeza y Cuello Dr. Llorente. En la cavidad oral el carcinoma de lengua supone una de las localizaciones más frecuentes.
Factores de riesgo
El origen del cáncer oral está en los factores o hábitos de riesgo que favorecen la aparición de mutaciones en el ADN de las células. Y entre ellos se encuentran:
Consumo de tabaco y alcohol. El consumo de tabaco es el principal factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de lengua, seguido del abuso en el consumo de alcohol.
Virus del papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés). En los últimos años se ha comprobado el aumento de la incidencia de cáncer de orofaringe en relación al virus del papiloma humano. Su pronóstico es un poco más favorable que el relacionado con el consumo de tabaco y alcohol, apunta el doctor Santiago Llorente.
Existencia de lesiones consideradas con potencial de transformación maligna como la leucoplasia y la eritroplasia.
Sexo masculino. Los hombres tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de lengua que las mujeres. Esto puede deberse al mayor consumo de tabaco y alcohol en este grupo de población, apunta el doctor Llorente.
Edad avanzada. Las personas mayores de 45 años tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de lengua. “Esto suele deberse a la acumulación de años de consumo de tabaco y alcohol y al deterioro del sistema inmunitario por la edad”.
Problemas para mantener la higiene bucal. La falta de cuidados dentales puede favorecer el cáncer de lengua. El riesgo es aún mayor en personas que consumen alcohol y tabaco.
Tener un sistema inmunitario débil, por ejemplo, por consumo de fármacos para controlar el sistema inmunitario después de un trasplante de órganos. También puede deberse a una enfermedad, como la infección por VIH.
Una cuestión importante es conocer las señales que pueden hacer sospechar la presencia de un cáncer en la lengua para poder consultar de modo precoz. Y un síntoma característico es:
Una úlcera que no duele.
No cura con el paso del tiempo.
Y progresivamente aumenta de tamaño.
Otros síntomas que ayudan a pensar en un tumor de este tipo son:
Cómo se diagnostica
La mayoría de los cánceres orales, incluido el de lengua, son carcinomas epidermoides, que se originan en la superficie de los tejidos, diagnosticándose, por tanto, con una simple exploración visual, explica Santiago Llorente. La confirmación diagnóstica se realiza con una toma de biopsia y se realiza un análisis anatomopatológico. Se suelen realizar otras pruebas como la resonancia nuclear magnética (RNM), la tomografía computerizada (TC) y tomografía por emisión de positrones combinada con tomografía computerizada (PET-TC) para estudios de extensión/diseminación del tumor, dependiendo del estadio en que se encuentre.
Repercusión en la calidad de vida
Dependiendo del tiempo de evolución en el momento del diagnóstico y, por tanto, del tamaño de la lesión y la localización de la lesión, es decir, si se sitúa en el borde lateral, lo cual ocurre en el 65% de los casos, en la punta de la lengua, en el dorso o en otra localización, la extirpación del tumor podrá dejar más o menos secuelas principalmente en cuanto a la deglución o la fonación.
Pronóstico de la enfermedad
El pronóstico depende fundamentalmente de la extensión de la enfermedad en el momento del diagnóstico. Así en los estadios iniciales del cáncer de lengua la supervivencia es de alrededor del 85% a los 5 años. Si el tumor tiene extensión a los ganglios linfáticos cervicales en el momento del diagnóstico este pronóstico de supervivencia baja al 65% aproximadamente y se ensombrece aun más si existen metástasis a distancia, que principalmente se localizan en el pulmón, señala el doctor Santiago Llorente, quien añade que el pronóstico de curación de este tipo de tumores no ha mejorado sustancialmente en los últimos años y las cifras están estabilizadas.
Elección del tratamiento
El tratamiento del cáncer de cavidad oral y orofaringe en general es multidisciplinar, involucrando a varias especialidades, como Cirugía Oral y Maxilofacial, Otorrinolaringología, Oncología Radioterápica y Oncología Médica, fundamentalmente. Enel caso del cáncer de lengua las dos modalidades de tratamiento curativo, dependiendo del caso, son la cirugía y la radioterapia, como terapia única o asociadas entre sí o combinadas con la quimioterapia. “La elección del tratamiento se basa en la extensión de la lesión, la existencia de afectación ganglionar, metástasis, experiencia del equipo de terapeutas, características del paciente, entre otros factores”. Otros tratamientos como la inmunoterapia pueden tener un papel en los canceres orales con metástasis o en el caso de recurrencias del cáncer oral, apunta el doctor Llorente.
Avances en la reconstrucción
Las mejoras en el abordaje o de este cáncer se sitúan en el campo de la calidad de la reconstrucción y mejora de las secuelas de los tratamientos más que en aumento de las tasas de supervivencia “que no se han incrementado en las últimas décadas”, precisa Llorente, quien destaca por ello la importancia de la prevención, “con abandono de factores de riesgo, vida saludable y revisiones orales periódicas”.
Hasta el 80% de los tumores podrían evitarse
Y es que se estima que hasta el 80% de nuevos casos de cáncer oral podrían evitarse si se eliminara el consumo de tabaco y se redujera la ingesta de alcohol, “de tal forma que disminuiría el riesgo hasta un 35% a los 1-4 años de dejar de fumar y un 80% a los 20 años”, precisa el doctor Llorente. Asimismo, el consumo adecuado de fruta y verdura se ha asociado con un descenso significativo del riesgo de desarrollo de cáncer oral.
Cómo conseguir una detección precoz
En caso de que la enfermedad ya se haya desarrollado el diagnóstico precoz en estadíos iniciales es fundamental para lograr los mejores resultados con el tratamiento y aumentar las posibilidades de curación. “Por ello, se deben realizar revisiones orales periódicas en el marco de la revisión odontológica”, identificando aquellas lesiones iniciales incipientes sospechosas de malignidad, en concreto:
“En este apartado cobra especial relevancia la adecuada formación de los profesionales de la odontología, tanto odontólogos como higienistas bucodentales, en cáncer oral para que sean capaces de hacer un adecuado diagnóstico de cáncer o lesiones precancerosas en las revisiones rutinarias de sus pacientes”, destaca Santiago Llorente.