Puedes pensar que “meteorismo” es una palabra de lo más planetaria; pero si se sustituye por “gases”, el asunto ya te parecerá mucho más cercano. El concepto alude al problema que sufre el abdomen cuando se siente lleno y distendido a causa de una acumulación de gases intestinales. Pueden ser varias las razones que se escondan tras ello, como la aerofagia (exceso de aire en el estómago que se traga inconscientemente) o la digestión de algunos alimentos.
En este último caso, algunos tienen bastante fama, como las legumbres o algunas verduras. Para saber por qué estas favorecen las flatulencias, es necesario antes entender el papel que ocupa la fibra en todo este asunto. En concreto, se encarga del tránsito intestinal, pues retiene el agua y aumenta el volumen de las heces, haciéndolas más fluidas y favoreciendo su expulsión. Se divide en solubles y no solubles. Mientras que las segundas son grandes aliadas contra el estreñimiento debido a que captan poco el agua y no son muy fermentables por la flora intestinal; las primeras, por el contrario, presentan una alta capacidad de fermentación, lo que deriva en la generación de gases. Es en este grupo donde se localizan las llamadas verduras crucíferas, como son la col, la coliflor, las coles de Bruselas, el repollo o los rábanos.
Lo cierto es que se trata de un alimento imprescindible en cualquier dieta saludable. Muy nutritivo y rico en vitaminas y minerales, los expertos recomiendan tomar dos platos de verdura diarios. Entonces, ¿cómo prevenir en la medida de lo posible el efecto gaseoso indeseado que pueden producir?
Un aspecto a tener en cuenta es la forma en que se cocinan. En este sentido, se puede optar por hacerlas al vapor, saltearlas o tomarlas en puré. En el caso de las legumbres, es aconsejable ponerlas en remojo. Todo ello reduce la cantidad de sustancias fermentables y facilita la digestión.
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), dan algunos consejos más:
Disminuir el consumo de tomate, apio y zanahoria en las ensaladas. Además, es recomendable pelar el tomate.
Las verduras provocan menos gases si van condimentadas con especias como la menta, la hierbabuena, el comino, el orégano, el laurel, el anís verde y estrellado o el cardamomo.
Evitar estos alimentos en la cena y no irse a la cama nada más comer. Es mejor dejar pasar dos o tres horas.
Recomendaciones en la dieta para prevenir gases
Antonio M. Moreno García, experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), apunta los siguientes consejos para lograr una digestión saludable:
Comer despacio y masticando bien los alimentos.
Reducir o evitar el consumo de bebidas carbonatadas o gaseosas, pues producen instantáneamente muchos gases y nutricionalmente no aportan nada.
No tomar bebidas alcohólicas. El alcohol ralentiza la musculatura del tubo digestivo, lo que conduce a la acumulación de gas en la zona.
No masticar chicle ni tomar caramelos.
En el caso de que los gases pasen a ser una molestia, el especialista señala que hay medicamentos antiflatulentos que mejoran el cuadro clínico, “como es la simeticona, que se puede tomar en forma de comprimidos o jarabe”. Por otra parte, “los cambios posturales y masajes suaves a nivel abdominal pueden ayudar a expulsar los gases y así aliviar los síntomas”, explica.