21 diciembre, 2024

¿Qué es la parálisis facial?


La parálisis facial, que afecta normalmente solo un lado de la cara, consiste en la dificultad motora para sonreír, cerrar el ojo o masticar debido a una afectación del nervio facial. La parálisis facial puede tener un impacto profundo en nuestros pacientes tanto física como emocionalmente. Basándonos en la información proporcionada por Javier Buendía, cirujano plástico especialista en parálisis facial de la Clínica Dermatológica Internacional, presentamos diez claves sobre esta condición tan desfigurante:
El nervio facial: Esencial para nuestras expresiones diarias, el nervio facial no solo controla los músculos de la cara, sino que también juega un papel en nuestras sensaciones gustativas y en la producción de lágrimas y saliva. Su alteración es el origen de la parálisis facial.
 
Impacto psicológico y físico: Más allá de la incapacidad para realizar gestos faciales, la parálisis facial conlleva un profundo impacto emocional, al alterar la “imagen del carácter” y la expresión de emociones.
 
Causas variadas: La parálisis facial puede ser congénita o adquirida, siendo la Parálisis de Bell la causa más común de la forma adquirida. Las infecciones virales, los traumas, la cirugía y ciertas enfermedades son factores conocidos que pueden afectar al nervio facial.
 
Parálisis de Bell: Representa la mayoría de los casos de parálisis facial, con un alto porcentaje de recuperación total. Sin embargo, la recuperación puede variar significativamente, con factores como la severidad inicial o la presencia de herpes zoster previo que afectan el pronóstico negativamente.
 
Tratamientos innovadores con botox: El uso de la toxina botulínica para tratar la parálisis facial demuestra la versatilidad de tratamientos originalmente diseñados para fines estéticos. En casos de parálisis facial, los músculos de la hemicara sana aparecen con mayor tensión. El botox relaja esta hemicara contracturada.
 
Cirugías reparadoras avanzadas: Las técnicas quirúrgicas para la parálisis facial van desde procedimientos estéticos hasta dinámicos, buscando no solo mejorar la simetría facial sino también restaurar el movimiento. Los tratamientos más innovadores necesitan el uso de microcirugía vasculonerviosa especializada. Estas técnicas se basan en cirugías como injertos y transferencias nerviosas, así como trasplantes musculares libres y miotomías o neurotomías selectivas.
 
Enfoque Multidisciplinario: El tratamiento eficaz de la parálisis facial requiere la colaboración de un equipo multidisciplinario de especialistas como el neurólogo, cirujano plástico, otorrino, oftalmólogo, fisioterapeuta, etc, destacando la importancia de un enfoque integral para abordar tanto los aspectos físicos como psicológicos de la condición.
 
Incidencia: La parálisis facial afecta a una amplia gama de individuos, con una incidencia estimada de 10-40 casos por 100.000 personas al año, lo que subraya su relevancia en la salud pública.
 
Protección ocular: Dado que los afectados a menudo tienen dificultades para cerrar el ojo del lado afectado, la protección del globo ocular es un componente crítico del tratamiento para prevenir daños en la córnea.
 
Comprensión y tratamiento: La continua investigación y desarrollo de tratamientos combinados más efectivos son cruciales para mejorar la comprensión de la parálisis facial y ofrecer mejores resultados para los pacientes.
La parálisis facial, con sus múltiples causas, tratamientos y impactos en la vida de los pacientes, es un campo complejo que requiere no solo un tratamiento médico cuidadoso sino también una comprensión profunda de sus efectos psicológicos. A través de la colaboración entre especialistas y la aplicación de técnicas avanzadas, se puede mejorar mucho la calidad de vida de quienes sufren esta afección.

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