Una taza humeante que despide olor a café y vaciarla poco a poco a base de pequeños sorbos. Posiblemente, es la imagen que anima a muchas personas a levantarse de la cama cuando el despertador suena. El café es para ellas el mejor motor de arranque del día. Sin embargo, ¿puede ser el único?
A estas alturas, son innegables los beneficios que esta bebida nos aporta. La ciencia se ha encargado de avalar muchos de ellos. “Debemos tener en cuenta que el café es un compuesto alcaloide que no tiene valor nutritivo (es decir, no contiene nutrientes ni energía), pero que posee efectos estimulantes en el sistema nervioso central, cardiovascular, muscular y en el tracto digestivo”, afirman a CuídatePlus desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (Cgcodn). Por todo ello, continúan, se trata de “un alimento funcional al mejorar el rendimiento cognitivo y físico, además de ser considerado un potenciador del bienestar emocional”.
Entre los beneficios del café, los expertos del Consejo destacan los siguientes:
Aumenta la tensión arterial entre las personas de tensión baja.
Aporta sustancias antioxidantes que atenúan los efectos de la irradiación solar al potenciar los radicales libres en el cabello y en la piel.
Se investiga su relación con la regulación del cortisol, lo que ayuda a combatir el estrés y los efectos negativos en la ganancia de peso.
En algunos estudios, se ha valorado su efecto protector contra la depresión. Eso sí, aclaran que los datos no son concluyentes.
Acerca de si es bueno o malo tomar sólo café para desayunar, los especialistas responden que, en principio, “sus efectos son los mismos en ayunas que sin ayunar”. En este sentido, ningún estudio ha confirmado todavía una relación entre el consumo de esta bebida (con el estómago vacío o no) y problemas en el aparato digestivo.
¿Cómo afecta el café al estómago vacío?
Los efectos de esta bebida en el estómago dependen de la cantidad de cafeína contenida en ella. “El hecho de estar muy caliente, por ejemplo, incrementará su capacidad irritante”, señalan los nutricionistas del Cgcodn, quienes agregan que es desaconsejable su consumo en situación de gastroenteritis “porque actúa como estimulante, aumentando la secreción de la hormona gastrina e irritando más la mucosa del estómago, además de provocar cierto efecto laxante al aumentar esta hormona la motilidad intestinal”.
Por otra parte, tampoco se recomienda en casos de hemorroides, ya que actúa como vasodilatador, favoreciendo la irritación e inflamación del intestino. Las personas con anemia deben distanciar la ingesta de café de las comidas principales pues, en caso contrario, esta limita la absorción del hierro.
¿Las personas que desayunan café tienen más riesgo de diabetes?
Diversos estudios han demostrado una asociación entre el consumo moderado de café y una menor posibilidad de padecer ciertas enfermedades, como diabetes tipo 2.
Acerca del riesgo metabólico-cardiovascular, desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), aseguran que trabajos realizados sobre población oriental “encontraron un menor riesgo de diabetes tipo 2 en consumidores de café solo y que modulaba el riesgo de hipercolesterolemia, dependiendo del sexo, pero en los portadores de determinados genotipos y polimorfismos genéticos relacionados con la arteriosclerosis y el metabolismo del colesterol exclusivamente”.
Cuál es la cantidad de café aconsejada
Entre 90 y 200 mg al día. Es la cantidad clave para lograr un consumo moderado de café y prevenir posibles efectos negativos. “Un consumo diario de tres expresos cubriría la ingesta moderada de cafeína diaria en adultos sanos con normopeso. Si se toman otras bebidas con cafeína, se debe reducir la ingesta de expresos”, apuntan desde el Consejo.
La Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), considera que hasta 400 miligramos de esta sustancia al día es seguro para la mayoría de los adultos. Sin embargo, la sensibilidad a la misma varía en cada persona. Deben reducir la cantidad en caso de sufrir dolores de cabeza, hipertensión arterial, agitación o ansiedad. También se aconseja su limitación a las mujeres que están o que intentan quedarse embarazadas o que están amamantando.
En adultos que fuman, la recomendación es reducir la ingesta de cafeína porque la nicotina multiplica los efectos de la cafeína, tanto en salud cardiovascular como ósea.