Desde el pelo, hasta la punta de los pies. El descanso es uno de los pilares que sostienen la salud y, sin embargo, el menos valorado. Tener una buena higiene del sueño es esencial para una buena calidad de vida y para disminuir el riesgo de sufrir numerosas enfermedades de diversa índole. En este punto, volvamos a la primera frase para quedarnos con las tres primeras palabras e interpretarlas en el sentido literal. ¿Cómo afecta dormir mal al cabello?
“Hay algunos estudios que sí relacionan la falta de sueño o un mal descanso con un deterioro del cabello, incluso con una aceleración de la alopecia común”, afirma David Saceda, dermatólogo y experto en tricología, quien añade que estas investigaciones han comprobado que las células del cabello se deterioran y se dificulta la regeneración del cabello con la falta de sueño y el estrés.
Además, “se han recogido biopsias en el cuero cabelludo de personas que tienen turnos de noche o van cambiando constantemente de trabajo y, frente a individuos con un horario normal, han presentado alteraciones de las vías que regulan el crecimiento del pelo”.
Acerca del estrés, el especialista detalla que actúa sobre el cortisol, “una hormona que aumenta de forma natural por la mañana y que ayuda a despertarse y a activarse”. El problema es que una persona estresada sufre estos niveles elevados en otros momentos del día, por lo que el cortisol pasa de ser bueno para el organismo a perjudicarle. “Esta hormona impide la correcta regeneración del cabello”, destaca Saceda.
Hábitos que mejoran la salud capilar
Por tanto, mantener una rutina del sueño saludable es conveniente cuando de prevenir la caída capilar se trata. Para ello, son varios los consejos que apunta el especialista consultado por CuídatePlus:
Evitar las pantallas antes de acostarse.
Tratar de mantener un horario de sueño regular.
Evitar factores que puedan alterar el descanso, como el alcohol, el tabaco o una alimentación insana.
Hacer ejercicio físico de forma regular.
Los dos síntomas clave para acudir al médico
Que se caiga el pelo es algo normal. Como afirma Saceda, “La caída estacional existe y es normal que en otoño se pierda más. Es verdad que es variable entre pacientes, pues en algunos empieza en agosto y en otros, más tarde”. No obstante, el dermatólogo apunta a dos señales que deben traducirse en una consulta con el médico:
Pérdida de densidad del cabello, sobre todo en zonas habituales (entradas y coronillas en los hombres y la raya del pelo más despejada en las mujeres). “Es posible que se trate de alopecia, por lo que merece la pena acudir a consulta”, advierte.
La caída se mantiene más allá de un mes y es más exagerada de lo que suele ser.