21 diciembre, 2024

Trombosis ocular: síntomas de alerta del problema que ha sufrido Alaska


La cantante Alaska ha aparecido en los últimos días con un parche en el ojo porque ha sufrido un trombo en el ojo. Se trata de un problema más frecuente de lo que podría parecer, ya que se calcula que aparece aproximadamente en el 1% de la población y supone 1 de cada 1.000 consultas en oftalmología.
La trombosis ocular tiene lugar cuando se obstruye alguna vena o arteria de la retina. Se produce, según los expertos de Clínica Baviera, “cuando un pequeño émbolo o trombo se desprende de las cavidades del corazón o de las arterias carótidas y se mueve por el torrente sanguíneo llegando a la arteria oftálmica y tapando total o parcialmente el paso de sangre en algunas de las venas o arterias de la retina”. Las venas y arterias de los ojos “son muy estrechas, por lo que el riesgo de taponamiento es mayor que en otras partes del cuerpo”. Según informan desde el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, “representa la segunda causa más frecuente de pérdida de visión por patología vascular de la retina después de la retinopatía diabética”. Afecta por igual a hombres y mujeres y se produce, sobre todo, a partir de los 65 años de edad.

Factores de riesgo y tipos de trombosis ocular

La trombosis ocular se puede clasificar dependiendo de los vasos sanguíneos que se hayan visto afectados:
Oclusión venosa de la retina, que puede afectar a la vena central de la retina o a la rama venosa. 
 
Oclusión arterial de la retina. Es el infarto ocular más grave. Puede producirse en la arteria central de la retina o en la rama arterial. 
En cuanto a los factores de riesgo, se ha comprobado que la trombosis ocular es más frecuente en aquellas personas que presentan las siguientes enfermedades o condiciones:

Síntomas de alerta

Los síntomas más habituales de la trombosis ocular son: 
Pérdida repentina de la visión en distintos grados, desde la visión difuminada hasta la total falta de la vista. Dependerá de las arterias o venas afectadas. “La pérdida de visión, si es repentina y sin motivo aparente, siempre debe ser tratada de forma urgente, ya que sus consecuencias pueden ser irreversibles”, advierten desde Clínica Baviera.
 
Disminución de la agudeza visual.
 
Visión borrosa o distorsionada.
 
Disminución del campo visual. 
 
Percepción de sombras fijas en el campo visual.
 
Dolor de cabeza intenso, pero solo en algunos casos. La pérdida brusca y total de la visión suele ser indolora.
 
Enrojecimiento del ojo.
 
Fotofobia o sensibilidad a la luz.

Tratamiento y pronóstico

El tratamiento es muy variable, dependiendo de las venas y arterias afectadas. Ante todo, requiere un estrecho seguimiento, con controles habituales para vigilar la evolución de las lesiones que se hayan producido.
En los casos más leves, en los que el paciente tiene una buena visión, basta con un control periódico para asegurarse de que evoluciona favorablemente.
Cuando sí se ha producido una pérdida de visión, existen distintas opciones terapéuticas. En los casos de obstrucción de la arteria central de la retina, según informan desde Clínica Baviera, “no existe un tratamiento 100% efectivo para disolver o desplazar el émbolo y la pérdida visual suele ser permanente”. En estos pacientes, la terapia se centrará, fundamentalmente, “en detectar el origen del émbolo y descartar daños en otros órganos vitales, como el corazón o el cerebro”.
Existen diversos tratamientos eficaces que se aplican de forma individualizada según las lesiones de cada paciente. Estos son algunos ejemplos:
Fotocoagulación con láser de las áreas de isquemia retiniana.
 
Inyecciones intravítreas periódicas de fármacos antiangiogénicos.
 
Implantes intravítreos de liberación lenta de fármacos.

Prevención de los trombos oculares

La prevención total no es posible, como ocurre con la mayoría de las enfermedades. Sin embargo, puesto que la trombosis ocular está muy relacionada con una mala circulación sanguínea, las medidas encaminadas a disminuir los factores de riesgo cardiovascular pueden reducir las probabilidades de sufrir un evento de este tipo. Estas serían las recomendaciones:
Controlar los niveles de tensión arterial, colesterol, glucosa y tensión intraocular.
 
Realizar ejercicio físico.
 
Mantener una dieta saludable.
 
Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
 

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