Un especialista nos brinda las claves para aprovechar los días de vacaciones, a tono con nuestra salud física, mental y emocional.
Las vacaciones tienen que ser períodos muy provechosos para mejorar la condición física y psíquica, y las relaciones cotidianas. Obviamente al terminar el año muchos síntomas de estrés se acentúan debido a la proximidad de las vacaciones, festividades y obligaciones extras que se suman en esta época.
Algunos de estos síntomas pueden ser: diarrea o estreñimiento, mala memoria, dolores y achaques frecuentes, dolores de cabeza, falta de energía o concentración, problemas sexuales, cuello o mandíbula rígidos, cansancio, problemas para dormir o dormir demasiado, malestar de estómago, uso de alcohol o drogas para relajarse, y hasta pérdida o aumento de peso.
Según indica el doctor Miguel C. Sangiovanni, “un recurso importante es aprovechar el período de descanso para planificar actividades al aire libre independientemente de que se programe o no un viaje. Establecer más contacto con la naturaleza, realizar actividad física y de ser posible, programar el año próximo”.
¿Por dónde comenzar?
El especialista ofrece algunas claves, como “diseñar aspectos de alimentación saludable de la mano de un profesional en salud; realizar ejercicios de meditación, yoga, lectura; dosificar el consumo de noticias limitándose a estar informado pero no “saturado”; y establecer contactos con amistades y familiares que quizás se hayan descuidado en el año.
Es clave recordar que la palabra “vacaciones” viene del latín “vacans” participio del verbo “vacare” que significa “estar libre, desocupado, vacante”. Si se toma la acepción estar libre, los siguientes consejos pueden ser útiles para que las vacaciones sean más placenteras y saludables.
Estar libre de preocupaciones. De nada sirve tener días de descanso si se sigue mentalmente “enganchado” con las preocupaciones laborales. Una persiana mental debe marcar el límite de un período de descanso a uno de obligaciones.
Estar libre para planificar actividades saludables que quizás las tareas diarias no lo permiten. Por ejemplo mejorar hábitos de alimentación; hacer ejercicios como sesiones de caminatas simples pero cotidianas, intentar dejar de fumar, etc.
Estar libre no significa un viaje. Quizás la economía personal no lo permita. Entonces ayudará estar más al aire libre; intentar realizar un hobby que atraiga o aquella actividad pendiente pero que “no genere otra nueva obligación”.
Estar libre implica dar espacio a diálogos con la familia e hijos que mejore las relaciones diarias.
Estar libre quizás sea replantearse con serenidad y tiempo hacia dónde se está conduciendo la vida y evaluar si hay que corregir el rumbo.
Pero además la palabra vacaciones tiene otro origen: “vacuus”, que significa “vacío”. Cuidado con esta acepción ya que muchas veces se desaprovecha este período creyendo que estar de vacaciones significa no hacer nada. Eso lleva a estar más sedentarios, muchas veces comer y beber en exceso para “matar el tiempo” haciendo que el regreso a las actividades encuentre a la persona más cansada que al principio.
El doctor Sangiovanni recomienda hacer algún deporte durante las vacaciones para evitar el sedentarismo.
Fotos: Pinterest
Fuente: C. Sangiovanni (M.N 78.412 – M.P 222.789), Médico Clínico, Magister en Hipertensión Arterial y Mecánica Vascular de DIM Centros de Salud.
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