Bajo el título de ‘‘Cómo romperte una costilla esquiando de la manera más tonta’’, Jorge Fernández ha contado a sus seguidores vía Instagram el desafortunado accidente: ‘‘Todo iba perfecto hasta que de la manera más tonta y en parado, se me engancha el esquí de arriba con una pequeña rama, pivoto dando un pequeño ‘trompo’ y caigo de costado con el único tronco cortado por alguien que había en toda la bajada’’. La consecuencia, acompañada de radiografía: fractura de la novena costilla. ‘‘Se me acabó el esquí por lo menos para mes y medio’’, ha lamentado el presentador de La Ruleta de la Suerte.
Esta vez, la suerte no lo acompañó. O sí, porque habría podido ser peor también. Como indica Miguel del Valle Soto, presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED), ‘‘las fracturas costales tienen muy buen pronóstico. Si no hay complicaciones, se llega a la curación a las cuatro o seis semanas, pudiendo ser necesario, en algunos casos, dos meses de reposo’’. Efectivamente, rara vez una lesión de este tipo es grave. El riesgo está en que, ocasionalmente, el traumatismo puede llevar a otros problemas, como un hematoma dentro del pulmón (contusión pulmonar) o un colapso pulmonar (neumotórax).
Las costillas son huesos largos y delgados que son propensos a quebrarse por un traumatismo directo de tórax (como ante un accidente automovilístico, una caída o una agresión física) o por un traumatismo repetitivo (fracturas costales por estrés). Aunque pueden ocurrir a cualquier edad, los pacientes ancianos corren un mayor riesgo a causa de la osteoporosis. No es el caso de Jorge Fernández, que, además, se ha roto solo una costilla. Mientras más fracturas de costillas tenga un paciente, más peligroso puede ser, pues aumenta el riesgo de sufrir neumonía (un 27% en el caso de las personas mayores de 65 años). Por ello, es fundamental que un médico evalúe el caso de inmediato.
Acerca del tratamiento de la lesión, el especialista aclara que no se suele precisar más que reposo relativo y analgésico para aliviar el dolor. En este sentido, explica que hay que procurar evitar los antiinflamatorios no esteroideos, así como los corticoides, pues pueden perjudicar la recuperación. ‘‘Se desaconseja el vendaje, ya que impide la expansión completa de los pulmones’’, añade.
Los analgésicos se indican en las fracturas costales para aliviar el dolor. (Foto: Shutterstock)
Del Valle detalla que los síntomas fundamentales de una fractura de costilla son:
Dolor sobre la costilla fracturada, especialmente durante la inspiración profunda, la tos o el estornudo. No se suele acompañar de inflamación.
Dolor en la zona fracturada al presionar en el pecho.
La radiología de tórax confirma el diagnóstico, aunque a veces es necesario utilizar otras técnicas (RM).
Cómo prevenir las fracturas costales
En las personas que practican deportes, del Valle afirma que los entrenamientos deben estar bien programados, evitando las sobrecargas de repetición y respetando los periodos de descanso. ‘‘También es muy importante que la técnica de entrenamiento sea correcta, ya que los gestos incorrectos pueden aumentar las sobrecargas y el riesgo de fracturas’’, subraya.
Otros consejos del especialista son:
Calentar adecuadamente.
Seguir una alimentación equilibrada y rica en calcio.