6 octubre, 2024

¿Has envejecido pronto? Cómo averiguar la edad de tus órganos


“Juventud, divino tesoro”. Rubén Darío ya lo expresó en uno de sus poemas. Nada dura para siempre, la juventud es un tesoro porque es efímera. Lograr que sea eterna es algo que ha obsesionado al hombre desde siempre, pero no nos engañemos: como cualquier otro ser vivo, envejecemos. El tiempo es un concepto abstracto, pero nosotros, no. No hay mayor prueba de que los años pasan que la huella que dejan en nuestro cuerpo. La ciencia se ha encargado de despejar algunas de las incógnitas que rodean al envejecimiento. Y, aunque todavía no hay fórmula que nos mantenga lozanos de manera perpetua, entender los mecanismos por los que el organismo va poco a poco deteriorándose puede ayudar a prevenir o tratar enfermedades y, por tanto, a alargar la vida.  
Con este fin, un nuevo estudio publicado en Nature ha arrojado nuevas pistas sobre el envejecimiento del cuerpo humano. En concreto, ha demostrado que los órganos envejecen a diferentes ritmos y que, cuando la edad de alguno de ellos es especialmente avanzada en comparación con el de alguien con la misma edad cronológica, la persona presenta una mayor probabilidad de sufrir patologías asociadas. 
Los resultados más llamativos de la investigación es que casi el 20% de la población mayor de 50 años presenta envejecimiento acelerado de un órgano, lo que implica en muchos casos un aumento del riesgo de mortalidad de entre el 20 y el 50%. Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio, en el que han participado más de 5.000 pacientes, analizaron a través de muestras de sangre los niveles de más de 4.000 proteínas presentes en 11 órganos principales. Los cambios en las proteínas que produce el cuerpo son una característica distintiva del envejecimiento.
De forma más detallada, los investigadores idearon un algoritmo de aprendizaje automático con el objetivo de adivinar la edad de las personas en función de los niveles de esas casi 5.000 proteínas. Este algoritmo trata de seleccionar aquellas proteínas que mejor se correlacionan con un rasgo determinado de interés, en este caso, el envejecimiento biológico acelerado en una persona o en un órgano en particular. El siguiente paso fue analizar los niveles de las proteínas escogidas y específicas de cada uno de los órganos. 
 “El artículo arroja información sobre el mecanismo de envejecimiento y cómo se podría predecir qué órganos de nuestro organismo están envejeciendo. Esto podría conducir al desarrollo de patologías específicas, proporcionando, por lo tanto, un modo de anticiparse a la aparición y desarrollo de enfermedades asociadas al envejecimiento”, explica a SMC Inés Moreno, profesora e investigadora en enfermedades neurodegenerativas de la Universidad de Málaga. Además, los biomarcadores de proteínas podrían ayudar a identificar objetivos para los fármacos antienvejecimiento. 

Edad biológica vs edad cronológica

Investigaciones anteriores ya habían identificado distintas características del envejecimiento a nivel celular, como la acumulación de mutaciones en el ADN. Durante la última década, los investigadores han desarrollado algoritmos que aprovechan estos indicadores para estimar la edad biológica de una persona, que puede ser mayor o menor que la cronológica (la cantidad real de años que han pasado desde su nacimiento). 
“Cuando comparamos la edad biológica de cada uno de estos órganos para cada individuo encontramos que el 18,4% de las personas de 50 años o más tenía al menos un órgano que envejecía más rápidamente que el promedio”, destaca Tony Wyss-Coray, autor principal del estudio, quien añade que este grupo presenta “un mayor riesgo de sufrir enfermedades en ese órgano en los próximos 15 años”. 
Según indica a SMC Manuel Collado, investigador científico del CNB-CSIC en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela, “sabemos que no todos envejecemos al mismo ritmo e intuíamos que no todos nuestros órganos envejecen a la misma velocidad. La clave es el envejecimiento biológico (el deterioro en función de los órganos) y no el cronológico, que es el que nos marca la fecha de nuestro documento de identidad. Cómo establecer esa edad biológica ha sido objeto de intensa investigación en los últimos años. El mejor predictor actual de edad biológica son las modificaciones epigenéticas del ADN, pero para ello es necesario obtener una muestra de tejido del cual extraer nuestro material genético y eso es imposible para cada órgano”. 
No obstante, como se ha mencionado, esta investigación se ha centrado en la sangre: “Dada una muestra, cuantificar la abundancia de estas proteínas nos permite establecer la edad biológica. Como estos grupos de proteínas están identificados por órgano de origen, la edad biológica estimada se corresponde con la del órgano de procedencia”, agrega el especialista a SMC. 
Eso sí, Sara HÄgg, epidemióloga del Instituto Karolinska de Estocolmo, advierte sobre los datos analizados que no queda claro si “las proteínas están impulsando el proceso de envejecimiento o son subproductos del mismo. Tampoco si el algoritmo del equipo predice el riesgo de enfermedad o simplemente refleja los cambios en las proteínas causados por las patologías”. A pesar de ello, continúa, independientemente de la causalidad, estos biomarcadores de proteínas podrían “ayudar a las personas indicándoles que cambien su estilo de vida o tomen algún suplemento”.

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