En los últimos días se ha desatado un gran revuelo por el aumento de casos en China de un virus causante de infecciones respiratorias: el metapneumovirus. Los ecos del inicio de la pandemia de covid-19 en el país asiático aún resuenan en la memoria colectiva, que tiende a saltar como un resorte ante las palabras virus, aumento y China. Sin embargo, al menos de momento, no hay ninguna alerta sanitaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado en un comunicado difundido el 7 de enero que está en contacto con las autoridades sanitarias chinas y no ha recibido ningún informe sobre un brote inusual de metapneumovirus. “Las autoridades chinas informan de que el sistema de atención médica no está desbordado y no se han desencadenado declaraciones ni respuestas de emergencia”, resalta el organismo internacional.
El aumento que se ha registrado en los últimos días en China hay que situarlo en el contexto del incremento generalizado de las infecciones respiratorias en invierno, entre las que también se encuentra la gripe, covid-19, rinovirus, virus respiratorio sincitial (VRS)… “En muchos países del hemisferio norte, las infecciones respiratorias agudas aumentan en esta época del año”, confirma la OMS. “Estos aumentos suelen estar causados por epidemias estacionales de patógenos respiratorios como la gripe estacional, el VRS y otros virus respiratorios comunes, incluido el metapneumovirus y Mycoplasma pneumoniae”.
Qué es el metapneumovirus
El metapneumovirus humano (HMPV, por sus siglas en inglés) no es un patógeno nuevo. Este virus se identificó en 2001, pero hay evidencias que sugieren que ha estado circulando entre los seres humanos desde hace, como mínimo, 60 años. Es un virus ARN de la familia Paramyxoviridae, género Metapneumovirus, a la que también pertenece el VRS, que es mucho más conocido. Su patrón de circulación se concentra, fundamentalmente, en los meses de invierno (de enero a marzo) en el hemisferio norte, mientras que en el hemisferio sur circula, sobre todo, en junio y julio.
Este patógeno puede afectar a las vías respiratorias superiores e inferiores en personas de todas las edades, y muy especialmente en niños pequeños, ancianos y personas con un sistema inmune débil (inmunodeprimidas).
Cómo se transmite
El HMPV se transmite de una persona a otra a través de:
Secreciones al toser y estornudar.
Contacto personal cercano, como tocarse o darse la mano.
Tocar objetos o superficies que contienen el virus y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Síntomas más frecuentes
Los síntomas más habituales de la infección por metapneumovirus son muy similares a los de otras enfermedades respiratorias: tos, fiebre, dolor de garganta, congestión nasal y dificultad para respirar.
Aunque la mayoría de los casos son leves, puede complicarse y derivar en bronquitis o neumonía, sobre todo en los grupos más vulnerables: niños menores de 5 años, personas de edad avanzada y pacientes con enfermedades crónicas respiratorias o cardiovasculares.
El período de incubación suele oscilar entre 3 y 6 días y la duración media de la enfermedad depende de la gravedad, pero es similar a la de otras infecciones respiratorias causadas por virus.
Tratamiento del metapneumovirus humano
En la actualidad no existe ninguna terapia antiviral específica para tratar el HMPV ni una vacuna para prevenir la infección por este virus. El tratamiento se basa en aliviar los síntomas y, en caso de complicaciones, aplicar las terapias específicas para la neumonía y la bronquitis.
Diagnóstico
Las características clínicas son difíciles de distinguir de las de otras enfermedades víricas y en los centros de salud y hospitales no se suelen realizar pruebas analíticas para la detección del virus HMPV. Por eso, generalmente se realiza un diagnóstico por descarte, una vez constatado que no se trata de covid-19, gripe o VRS.